Número: 52. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Existen una docena o así de pequeñas corporaciones que aún ofrecen servicios de criónica y que mantienen bancos de criónica (apodados "neveras" por el personal que trabaja en ellos) en todos aquellos planetas en donde la práctica es legal, pero sin duda la más grande e importante es la macrocorporación Goúr, que tiene presencia en toda la R.F.P., Oeon, la Federación y Tyran.
Logotipo de Goúr
Goúr ofrece las dos modalidades de criónica: la suspensión total, que conserva el cuerpo entero, y la neurosuspensión. "Quienes escogen esta modalidad están convencidos de que su identidad, su memoria, lo que ellos son o representan, reside dentro de su cerebro" afirmó recientemente en una entrevista Paula Olano, directora comercial de Goúr en Vettera. "Además, en Corporación Médica Goúr tenemos fe en que, eventualmente, el Senado aprobará el uso de la clonación para poder proporcionar un cuerpo nuevo a nuestros pacientes", añade.
Por supuesto, el mantenimiento de estos bancos de criónica es caro y, evidentemente, hay que pagarlo por adelantado. El precio oscila entre los 120.000 estándares de la neurosuspensión y los 350.000 del procedimiento de cuerpo completo. De esta cantidad se apartan los 50.000 estándares que servirán para pagar la reconstrucción celular con microtecnología previa a la revivificación, que es con mucho la parte más cara del procedimiento. Del resto, alrededor de un 25% son los honorarios de Goúr, mientras que otro 25 % se usa para iniciar el proceso y mantenerlo durante los primeros años. El resto se ingresa en una cuenta a muy largo plazo, para que cuando el hibernado regrese disponga de los recursos para subsistir. Los abultados intereses que producen esas sumas bastan para mantener al paciente congelado un largo periodo de tiempo.
Además Goúr, en colaboración con la corporación Hedgerson, ofrece a sus clientes un servicio en exclusiva. A pesar de estar congelado casi por completo, el cerebro del paciente nunca deja de funcionar del todo sino que su nivel de actividad desciende hasta rondar el 1%. Por una bonificación extra del 20% del coste total, Goúr ofrece la posibilidad de recibir memorandos históricos directamente inducidos en su memoria; es decir, actualizaciones anuales con los sucesos más destacados. De este modo, al despertar el proceso de adaptación del paciente es mucho menos traumático, ya que algunos conocimientos ya se hayan implantados en su memoria.
Durante el último milenio, diversos grupos de presión han intentado repetidamente que el Senado ilegalice la criónica en toda la República, de forma similar al interdicto que ya existe en relación con la clonación. Hasta el momento estos grupos no han tenido éxito en su objetivo, aunque sí que lo han tenido en sembrar la desconfianza hacia quienes han sido sometidos a este procedimiento. En la GWW abundan los foros dedicados a teorías conspirativas que involucran a los crionizados en complots con todo tipo y pelaje, desde que controlan la política y las finanzas republicanas hasta que están aliados con, cómo no, los iroiendi. También es recurrente la acusación (absurda) de estar propagando enfermedades del pasado ante las que los ciudadanos de la actualidad carecen de defensas.
Por mucho que se haya perfeccionado el procedimiento, continúa existiendo un pequeñísimo porcentaje de posibilidades de que los tejidos del paciente se resientan, y de que al despertar éste sienta que "no es lo mismo" que antes. Está documentado que algunos pacientes han sufrido una ligera pérdida de sensibilidad táctil. Por todo esto los pacientes firman una renuncia de responsabilidades antes de crionizarse. En cualquier caso y según las estadísticas de las compañías que ofrecen servicios criogénicos, se trata de una ínfima minoría frente a la abrumadora cantidad de éxitos.
Más que problemas técnicos, los problemas de la criónica son de otro tipo: que la empresa encargada de la criogenización cierre (y por lo tanto el paciente deba ser devuelto a la vida antes de tiempo), que por el motivo que sea sus finanzas quiebren, que sus herederos logren inhabilitarlo legalmente o declararlo muerto para echarle el guante a sus cuentas, que las leyes del planeta cambien desfavorablemente y se ordene su revivificación, que al despertar sea rechazado por sus familiares, etc.
Los principales problemas a los que se enfrentan un recién despertado de una crionización de "larga duración" son dos: por un lado está la dificultad para adaptarse a un tiempo que no es el suyo y en donde posiblemente no tenga ni amigos ni familiares (o, de tenerlos, éstos sean unos completos desconocidos sin ningún lazo emocional con él). El segundo problema es que los "revivificados" (término que ellos mismos prefieren) también se encuentran con el rechazo abierto de la sociedad, ya que esta práctica a menudo es vista como una cara excentricidad propia de esnobs, ricachones y pobres de espíritu. De hecho, en la calle se ha acuñado un término peyorativo específico para referirse a los revivificados: "derretidos". En ocasiones incluso sufren agresiones injustificadas solo por el hecho de ser lo que son. En Vettera, durante el pasado año se produjeron varias agresiones contra revivificados, la mayoría de ellas a manos de grupos radicales como los feístas de Sama, los humanitarios o los puritanos. Por este motivo muchos revivificados ocultan su condición en su vida diaria, manteniéndolo en secreto excepto para sus allegados. Otros sin embargo optan por salir a la luz o por apoyarse mutuamente como los miembros de la AGR (ver más abajo).
En Vettera, en el Barrio del Lago, existe una torre de varios pisos de altura a la que la gente llama "Edificio Iceberg". Recibe este nombre porque muchos revivificados vetteranos, tras una crionización de larga duración, se han mudado aquí, creando un pequeño gueto en el que se sienten seguros y a salvo de quienes les desprecian. El edificio en sí aloja a miles de residentes, muchos de los cuales trabajan o mantienen sus negocios dentro del mismo. Como no podía ser menos, los comercios situados en los conductos del edificio mantienen un estilo clásico, en ocasiones incluso arcaico, que refleja perfectamente el gusto de sus peculiares y anacrónicos habitantes.
Para ayudar a los revivificados, en el año 2.298 dV se fundó en Sila la Asociación Galáctica de Revivificados (AGR), organización sin ánimo de lucro que pretende aglutinar a todas las personas que hayan empleado las posibilidades de la ciencia para regresar a la vida más allá de su tiempo.
James Iqbal, de 97 años de edad (aunque su ficha personal indica que nació el 3.112 dV), es desde el 3.445 el presidente de la AGR. La finalidad de esta asociación es ayudar a la reintegración en la sociedad de aquellas personas que en el pasado optaron por la crionización de sus cuerpos. La AGR les ayuda a buscar trabajo y les apoya para que puedan reanudar sus vidas de la manera menos traumática posible, siempre dentro de un contexto legal complicado y ante un entorno reticente cuando no hostil.
La asociación se mantiene exclusivamente con los donativos de sus miembros, muchos de los cuales, si es que no lo eran ya antes, son tras su regreso a la vida bastante acaudalados gracias a los pingues intereses generados por sus centenarias cuentas bancarias. La AGR dispone de sedes en las capitales de sector de casi toda la R.F.P., generalmente pequeñas oficinas en donde se proporcionan servicios gratuitos de amparo legal, financiero y psicológico a cualquiera que pueda demostrar su condición de revivificado.