Número: 52. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Las ametralladoras de posición, las instaladas en vehículos o las propias del vehículo, en general cualquier arma con un cargador de cinta, llevan balas trazadoras. Son proyectiles como los normales con la diferencia de que llevan en su parte posterior un elemento que arde en contacto con el aire y que deja una señal luminosa (un trazo) en su movimiento. Un proyectil sale del arma a gran velocidad y es muy difícil que se pueda ver. Además, las ametralladoras pueden disparar a gran distancia con lo que también puede ser complicado ver el punto de impacto, sobre todo si es de noche, hay humo o polvo. Al revelar la trayectoria de la bala, permite saber más fácilmente si estamos o no apuntando bien. Es posible que no veamos el impacto, pero si veremos a la trazadora hasta un instante antes de llegar.
Sin las balas trazadoras, apuntar una ametralladora es una tarea complicada y el DJ deberá penalizar al tirador con un grado de dificultad adicional en sus ráfagas. Aunque hemos dicho que las ametralladoras llevaban balas trazadoras, es cierto que no siempre era posible disponer de este tipo de munición. Por ejemplo, durante el asedio de Leningrado, los elementos necesarios para fabricar estas balas eran bastante escasos dentro de la ciudad asediada y los mismos problemas tuvieron los alemanes hacia el final de la guerra. En general, cualquier cinta de una ametralladora montada "in situ" y no en fábrica no tendrá balas trazadoras.
Una de las desventajas de las balas trazadoras es que revelan más fácilmente la posición del tirador. Sólo hay que seguir las luces en dirección contraria. En la actualidad, las balas se fabrican para que se enciendan un tiempo después de haber salido del arma, pero en la Segunda Guerra Mundial este avance no estaba disponible.
El DJ deberá aplicar un bonificador de un grado de dificultad a cualquier personaje que intentara Descubrir a otro que esté disparando con una ametralladora con balas trazadoras.
Las tripulaciones de los carros de combate con ametralladoras coaxiales al armamento principal del vehículo utilizaban éstas con el fin de apuntar a un objetivo. Primero disparaban la ametralladora y ajustaban la ametralladora (y el cañón) hasta alcanzar a su objetivo. Cuando lo hacían, disparaban inmediatamente el cañón para no dar tiempo a la tripulación enemiga a reaccionar. Esta práctica era más habitual en tripulaciones con poco suministro de proyectiles y que, por tanto, debían asegurar cada disparo.
A efecto de las reglas, el artillero del carro se beneficiará de la bonificación por apuntar si procede de esta manera, pero no podrá acumularla a otras bonificaciones por apuntar que pudiera realizar. Además, si el DJ quiere, podrá realizar tiradas de desmoralización en las tripulaciones objetivo. El sonido de las balas de una ametralladora contra en casco de un tanque era el anuncio de un impacto de proyectil en breves instantes. Sería justa una segunda tirada de moralización si el impacto de proyectil no llega (es decir, si lo que les alcanzó fue una ametralladora y no la ametralladora de un tanque).
La Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, además de una trazadora cada 5 proyectiles (que era lo habitual) ponía más trazadoras en la parte final de la cinta del arma. Era una forma de avisar al tirador que se quedaba sin munición. Desgraciadamente, eso también avisaba a sus enemigos (que se dieron cuenta pronto de este hecho) que el tirador iba a dejar de disparar en breve.
Los personajes alemanes en el frente ruso podrán hacer una tirada de burocracia para darse cuenta de este hecho durante un combate
En los combates entre vehículos en movimiento, principalmente en los aviones, las trazadoras tenían un efecto adverso para el tirador. De forma inconsciente se fijaba en las trazadoras y perdía de vista el objetivo. Es un efecto que en la actualidad aún existe y se entrena a los artilleros para compensarlo, pero en la Segunda Guerra Mundial los adelantos y conocimientos psicológicos sobre el combate, no estaban tan desarrollados.
En los combates entre vehículos en movimiento, el tirador no podrá aplicar ninguna bonificación por apuntar con las trazadoras.
Como ya hemos comentado, las balas trazadoras son balas normales (hacen el mismo daño que las otras) con un elemento incandescente en la parte posterior. En ocasiones, cuando se disparaban largas ráfagas, las trazadoras provocaban incendios en las casas o árboles en los que impactaban. Una sola bala trazadora no será suficiente para iniciar un incendio, pero cuando eran varias el incendio estaba asegurado. En las batallas finales del frente occidental europeo, muchas casas alemanas de la zona (con mucha madera) ardían tras un intercambio de disparos con los defensores alemanes. En ocasiones, empezaban a arder cuando la batalla ya había terminado. Eso hizo crecer aún más los rumores (no del todo infundados) de que los Aliados destruían en represalia las casas desde las que se les presentaba combate.
Cuando un jugador dispare un arma de posición con trazadoras, en ráfaga, a un objetivo a distancia media o menor, habrá posibilidad de que se inicie un incendio. El objetivo o la cobertura del mismo debe poder arder para que esto ocurra. Si el dado de localización de la TA para impactar es mayor que la resistencia del objetivo, se producirá un incendio que se iniciará a los pocos asaltos (d-). Observa que se puede producir un incendio aunque la tirada de impactar sea un fracaso. Si la TA resultó en un fracaso alto, el DJ puede incendiar otro edificio cercano (con compañeros o inocentes civiles escondidos en el sótano).