Editorial

El día 8 de febrero (una semana antes de que escriba estas líneas) apenas teníamos contenidos y, claro, eso genera cierta tensión interior, parpadeos incontrolados, frotar de manos y las primeras fases del síndrome de Tourette. Cuando el día 14 o el 15 caen cerca de un fin de semana, la cosa se complica, pero poco a poco empiezan a llegar cosas: un arma, un bicho, una regla para personajes y empiezas a tranquilizarte. Aún no las tienes todas contigo, pero eres más persona, más sociable, ya no corres riesgo de que te expulsen del sótano. Y entonces todo explota, una cronología por allí, un museo por allá, unas reglas y una aventura para La Guerra de los Mundos, una colaboración de Summun Creator, una partida de Pangea, más equipo para Exo, una sinopsis de Ojos de Clara, las noticias de las Ambientaciones Dinámicas. Y así, sin darte cuenta, la revista se completa.

El motor de esta veterana máquina no hace ruido, no se oye y la gente no se da la vuelta cuando pasa a su lado, pero, si me lo permitís, ¡cómo mola estar al volante!