Número: 127. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
A pesar de su neutralidad y su escasa implicación militar en la Segunda Guerra Mundial, Portugal mantenía una armada de relativo gran tamaño (comparada con otros países europeos menores) debido a su aún existente imperio colonial (Angola, la actual Mozambique más islas y posesiones en el océano Atlántico, Índico y Pacífico). De todas formas, su tamaño era insuficiente para mantener las comunicaciones entre la metrópoli y todas estas colonias. El mando portugués sabía que, en caso de conflicto, sólo podría defender a unas pocas cercanas.
Al final de la Primera Guerra Mundial, la armada estaba obsoleta o a punto de estarlo, pero no se inició un programa de modernización hasta 1930 en el que se inició un plan de 10 años para modernizar toda la flota. Como casi todos los planes navales de la época no llegó a buen término y muchos contratos, sobre todo con el extranjero, fueron anulado antes de iniciarse. Algunos pocos, sin embargo, sí llegaron.
En 1942, Japón invadió la colonia portuguesa de Timor, pero los portugueses (que tenían a un régimen pro-alemán en España a sus espaldas) no declararon la guerra al Eje por esa invasión. En 1943, sin embargo, autorizaron a los británicos a utilizar como base las Azores (unas islas en el Atlántico).
Clase Guadiana
Sólo un buque de esta clase sobrevivía en la armada en 1939. Se trata del Tamega que era un pequeño destructor capaz de desplazar 660 toneladas, con un cañón de 100 mm y dos de 76 mm, más dos tubos lanzatorpedos. Botado en 1922 estaba obsoleto en 1939 y su principal ocupación fue servir como buque de entrenamiento. En 1943 (1945 según otras fuentes) fue retirado del servicio.
Clase Douro
Esta clase era más moderna que la anterior y todos sus buques se construyeron en la primera mitad de la década de los años 30. Alguno fue vendido (a Colombia), pero cinco de ellos estaban en servicio en 1939: Dao, Douro, Lima, Tejo y Vouga. Se trataba de una versión modificada de una clase británica (de hecho, algunos destructores fueron construidos en Gran Bretaña). Desplazaban 1563 toneladas e iban armados con 4 cañones de 120 mm, 3 de 40 mm, 2 lanzatorpedos, 20 minas y 2 lanzadores de cargas de profundidad. Y en 1942 se le añadieron 6 cañones de 20 mm adicionales y se retiraron los 3 de 40 mm. Alcanzaba los 32 nudos y a velocidad de crucero tenía una autonomía de 3500 millas. Todos sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial y se mantuvieron en servicio hasta los años 60.
Quizás la denominación de corbetas no se ajuste mucho a algunas de las clases que describiremos a continuación (serían corbetas ligeras o sloop), pero hemos preferido mantener una denominación más genérica para evitar confusiones con otros artículos de armadas.
Clase Velho
Versión modificada de dragaminas británicos de los que estos construyeron dos: Gonçalves Zarco y Gonçalo Velho y entregaron a los portugueses en 1932. Ambos permanecerían en servicio hasta los años 60. Desplazaban unas 1400 toneladas e iban armados con 3 cañones de 120 mm, 4 de 40 mm y 2 lanzadores de cargas de profundidad. No eran muy veloces (17 nudos), pero podían recorrer 6000 millas náuticas a una velocidad de crucero de 10 nudos. Como los anteriores, en 1942 les reemplazaron los cañones de 40 mm por otros de 20 mm.
Clase Albuquerque
Originalmente, estos buques deberían haberse construidos en Italia, pero el contrato fue roto y trasladado a Gran Bretaña quienes rediseñaron el proyecto. La clase Albuquerque estaba destinada al servicio colonial y por eso se diseñaron los buques para misiones generales, lo que incluía llevar un hidroavión (un Fairey III) en la cubierta. Tenía un desplazamiento de 2480 toneladas, un radio de acción de 8000 millas a 10 nudos y una velocidad máxima de 21 nudos. Iba armado con 4 cañones de 120 mm, 2 de 76 mm, 4 de 40 mm (sustituidos por 8 de 20 mm en 1944), 2 lanzadores de cargas submarinas y 40 minas. Sólo se construyeron dos barcos: Alfonso de Alburquerque y Bartolomeu Dias. Ambos permanecerían en servicio hasta el final de la Segunda Guerra Mundial y hasta principio de los años 60. El Alfonso fue hundido por las fuerzas navales de la India y el Bartolomeu sería desmantelado en parte y utilizado para otro buque.
Clase Nunes
De diseño y construcción portuguesa, estos dos barcos: Pedro Nunes y Joao de Lisboa entraron en servicio en 1934 y 1936 y se mantuvieron hasta los años 70. Tenían un desplazamiento de 1220 toneladas, una autonomía de 8000 millas a 13 nudos y una velocidad máxima de 16,5 nudos. Iba armado con 2 cañones de 120 mm, 2 de 76 mm, 40 de 40 mm (reemplazados por 4 AA de 20 mm en 1945).
Clase Delfim
Estos tres submarinos (Delfim, Espardarte y Golginho) entraron en servicio a lo largo de 1934 y se mantuvieron hasta los años 50. Eran submarinos con motores diésel y eléctricos con un desplazamiento de 1092 toneladas, una autonomía de 5000 millas náuticas a 10 nudos (110 millas sumergido) y una velocidad máxima de 16,5 nudos (9,2 sumergido). Llevaba un cañón de 120 mm, 2 ametralladoras de 12,7 6 tubos lanzatorpedos, 4 a proa y 2 a popa (sólo llevaba 12 torpedos a bordo). Los submarinos fueron construidos en Gran Bretaña, pero eran más pequeños que los británicos de la época y llevaban el cañón protegido por un escudo.
Además de los mencionados, la armada portuguesa contaba con dos torpederos en 1939, el Ave y el Sado, pero ambos fueron retirados del servicio en 1940 pues tenía ya casi 30 años. Ambos eran buques de origen austriaco y conseguidos tras la Primera Guerra Mundial.
También sobrevivían en la armada dos patrulleras de gran tamaño (1250 toneladas): Republica y Carvalho Araujo. La primera sería retirada en 1943 y la segunda aguantaría hasta 1959.
A estas patrulleras se unirían tres de la clase Zaire (patrullera de 400 toneladas, 2 cañones de 76 mm y 2 de 47 mm) entre 1925 y 1929 y que permanecerían en servicio durante la guerra. El guardacostas construido en Vigo de nombre Torres García del que no hemos encontrado muchos datos. Y dos clases más de buques de protección de pesqueros (pequeños barcos costeros de unas 250 toneladas armados con cañones de 47 mm o de 40 mm y ametralladoras): la clase Faro (dos unidades: Faro y Lagos) a finales de los años 20 y la clase Azevia (seis unidades: Azevia, Bicuda, Corvina, Dourada, Fataca y Espadilha) a principio de los 40.