Llego hasta aquí
¡Acabad con la Chusma!
Como miembros de un batallón de granaderos de las tropas francesas habéis recibido la orden de escoltar a la familia real (lo que queda de ella en Madrid) para ponerla a salvo. A la puerta de palacio se ha congregado una gran multitud que muestra, sin tapujos, su enemistad contra los franceses y contra los acuerdos de Bayona cuyas noticias acaban de llegar a la capital. Poner a salvo al infante es prioritario. La carga contra la muchedumbre es sencilla, ninguna algarabía de villanos puede hacer frente a la carga de los granaderos franceses.
Sin embargo, la cosa no transcurre como esperaban y el pueblo de Madrid convierte cada casa y cada calleja en una trampa. Las órdenes del mando son sencillas. Ya no se trata de sacar al infante de Madrid sino de apagar la revuelta popular. Cada ciudadano que porte cualquier tipo de arma será detenido o abatido.
La noche será muy larga, ataques y contraataques en la noche de Madrid, incluso las mujeres acuden al combate armadas con tijeras. Por fortuna, al día siguiente la cosa está más controlada y los personajes tendrán el merecido premio de participar en los fusilamientos de toda esa chusma cerca de la zona de Moncloa.