Llego hasta aquí
Vesperna II, 1547
Suena el tambor de los gusanos
La capital del Reino Elegido se despertó el último día de vesperna con el ruido de un tambor grave resonando en toda la ciudad. El sonido parecía proceder de todas partes, incluso del suelo, y las autoridades fueron incapaces de identificar el origen del mismo. Tras unos minutos, el sonido cesó, pero los elegidenses aseguran que pudieron sentir como la tierra temblaba mucho después de que el tambor dejara de oírse. La inquietud se ha apoderado de la población que exige que las autoridades hagan algo, lo que sea, pero esta parece incapaz de tomar decisión al respecto, unos aseguran que se trata de una alucinación colectiva, mientras que otros creen que alguien se ha apoderado del tambor de los gusanos y ha tratado de llamarlos.
Trama El Retorno del Emperador
Duelos en las calles de Cargrum
Lo que empezó como una disputa dialéctica entre la biblioteca y algunos bibliófilos ha ido degenerando con insultos, campañas de desprestigio y, por último, duelos entre los funcionarios y los expertos. Por ahora no se debe lamentar ninguna muerte, afortunadamente los amantes de los libros no suelen ser buenos combatientes, pero los destrozos materiales de las peleas si son importantes. Además, parece que ambos bandos están dispuestos a contratar mercenarios para que sean sus paladines en los duelos. La ciudad asiste estupefacta a una disputa que muchos no comprenden. La guardia de la ciudad tampoco toma partido y dado que los duelos son poco sangrientos prefiere no intervenir.
Trama El Círculo
Homar de Ulad toca la flauta
Tras preparar unos potes con un ungüento de olor penetrante y dulzón, Homar de Ulad, ordenó que los destaparan (mucha ciudadanos colaboraron en la operación) y empezó a tocar la flauta traída desde su tierra natal. Las ratas de la ciudad salieron de sus escondites atraídas por el olor del potingue, pero en cuanto lo probaban caían embelesadas en la melodía que salía del instrumento. Poco a poco, calle a calle, el extranjero fue recorriendo toda la ciudad de Ôs y formando tras él un ejército de miles y miles de ratas. Su última parada fue el puerto donde tomó un esquife, preparado de antemano, y se alejó de la costa sin dejar de tocar su flauta. Las ratas, aún embelesadas, se lanzaron al vacío en un vano intento de atrapar al músico. Aunque toda la ciudad está agradecida por la gesta, hay voces que murmuran que el instrumento es mágico y que se debe apresar al músico y requisarlo. Por lo que sabemos, Homar de Ulad ha abandonado la ciudad después de cobrar sus honorarios.
Trama El Legado de Utay Shim
Miles de Ioran en la frontera
Varios grupos de Ioran han sido vistos dirigiéndose a la frontera con Corus. Aunque no parecen un ejército, los observadores del heredero, que dejó allí como precaución, no se ponen de acuerdo si se trata de un rito funerario de este extraño pueblo o, si por el contrario, es una avanzadilla guerrera. Todos los integrantes de los grupos van con ropajes azul oscuro que es el color de luto de los Ioran, pero también es el color con el que se visten sus guerreros cuando van a la guerra. Por ahora no han cruzado la frontera, pero los ejércitos de Corus están en alerta.
Golpe en Corus
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