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domingo, 1 de diciembre de 2024


 

Claro de los Cinco Dedos

Existe un claro inhóspito, apartado de cualquier ruta o sendero, que se encuentra dentro del Bosque de los Ausentes (20041 Ver). La poca gente que sabe de su existencia lo conoce como el Claro de los Cinco Dedos. Ello se debe a las cinco columnas retorcidas que brotan del suelo, formando un círculo imperfecto, y que en su imaginación dicen parece los dedos de una mano pertenecientes a un ente enterrado en ese claro. Dedos que es lo único que sobresale al aire libre. El tamaño de estos bien podría indicar que es al menos un gigante quien yace bajo tierra, o algo peor.

Estas columnas, según a quien le preguntes, podrían ser de algún mineral extraño o tal vez de árboles primigenios. Realmente son cinco troncos de tillium que, si, tienen muchas eras a sus espaldas y que con el tiempo han sufrido algun incendio o algo peor haciendo que la madera se haya convertido, al menos en la superficie, en una especie de «cosa» basáltica negra, muy negra y que a la mayoría despiste.

Este claro, de un tamaño medio en la actualidad, ha perdido todos los árboles que pudieran haber estado. Solo está formado por sotobosque y una capa de hierbas tupidas. Si hubiere alguien que lo viese durante muchos siglos podría darse cuenta que con el discurrir de estos el claro, lentamente, va creciendo. Muy lentamente.

Se susurra en pequeños corros que allí yace enterrado un dios. Este, cuando los dioses hoyaban la tierra de Eriloe sin ninguna vergüenza mientras esclavizaban a las razas jóvenes, tuvo un encuentro con otro dios y batallaron sin descanso durante años. Al final ganó la batalla uno de ellos. No consiguió matar a su adversario pero fue capaz de enterrarlo en la tierra de lo que luego será el Claro. Lo dejó en animación suspendida, en una especie de prisión y la selló con cinco árboles, a los que imbuyó de su magia para que hicieran de cerrojo eterno.

La imaginación no se aparta en demasía de la realidad. Fue un combate épico entre un mago de esos tiempos contra un poderoso demonio que había convocado sin quererlo. Le costó una barbaridad poder vencerlo. Y no pudo matarlo o hacerlo desaparecer. Entonces lo enterró y selló la tumba con esos cinco árboles de tillium, que eran una fuente muy importante de magiones. Y se dio por satisfecho.

Con el tiempo, siglos y siglos recuerda viajero, los «dedos» van perdiendo poco a poco los magiones que proporcionan. Y si algún mago de los actuales es capaz de llegar al claro y aprovisionarse de estos para su magia también va drenando su reserva. Muy lentamente, eso sí. Con esta pérdida de magiones el cerrojo mágico que tiene preso al demonio en su tumba va cediendo. En la actualidad el ser ya es mínimamente consciente de su estado. De que pasó y donde se encuentra ahora mismo. Y solo desea el momento en que el poder de la magia que lo retiene no sea suficiente para tenerlo enterrado.

Es un claro, que aun siendo claro como es, si te encuentras dentro de él la luz diurna del sol, o la de las estrellas por la noche, llega como empobrecida. Es una sensación rara, de cómo ver la realidad a través de una fina gasa. La vegetación que lo cubre tiene cierta coloración desmejorada. No se ve enferma pero es perceptible el cambio de color si lo comparas con las plantas que crecen fuera del claro.

La sensación que uno tiene cuando se encuentra en él es de falta de aire. Los movimientos se vuelven un poco más lentos y la mente parece que se encuentre en una borrachera. La gente muy sensible sufre vómitos, espasmos,... y no puede permanecer mucho rato. Dirían que su cuerpo se muere por dentro. Los animales que rondan por allí se les ve con el pelo ralo y lacio. Se mueven con cierta imprecisión desacompasada y son bastante agresivos. Pueden observarte durante horas y en un abrir y cerrar de ojos abalanzarte sobre ti para matarte y alimentarse de tu cuerpo.

Es un lugar donde magos ya ciertamente algo enloquecidos, si lo conocen su existencia, pueden pretender encontrarlo para ir allí y hartarse de magiones con los que potenciar su magia. No sería buena idea encontrarte en él si a la vez dos magos llegan, cada uno siguiendo su camino. Puedes convertirte en una víctima colateral en un santiamén.

Todos los magiones que se puedan «recolectar» para llenar la «despensa» del mago, dado su origen, no podrán utilizarse para nada más que rituales oscuros y profanos.

Este artículo se inspiró en el artículo del blog Arsrolica Ver.

 

 

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Cita

«Sí, ahora descansarás… para siempre.»

Nor