Llego hasta aquí
Adebbi
Adebbi es un fuerte hombre originario de la península de Entrovia y nacido en el seno de una tribu de la sabana que adora a las hienas como animal totémico, conocida como el clan de la sonrisa doble. Entre su gente se fomenta la capacidad dialéctica y el manejo con la lanza como virtudes máximas de un líder. Y es que Adebbi es el heredero directo de los líderes de esta tribu. Sin embargo, Adebbi estaba más preocupado por ver mundo que por dirigir los designios de su gente. Así que a una edad muy temprana comenzó a vagar por Entrovia. Al mando de su tribu quedaba su hermana, Birba. No ha tenido contacto con ellos desde entonces.
Durantes sus vagabundeos conoció a muchas otras tribus y aprendió de ellas.. A pescar, a cazar, a comerciar, a pelear incluso mejor, a debatir... Se dejó seducir por las tierras y gentes que componen Entrovia, sus junglas, sus costas y sus montañas. Adebbi quería aprender, aprender de verdad. Conocerlo todo, saber porqué las estrellas están en el cielo y sólo se ven de noche. Saber interpretar sus sueños. Su ansia de saber hizo que varios inviernos antes de unirse a Lobo y su gente se cruzara en el camino de Idi Nobne, un chamán oscuro.
Mientras Adebbi ayudaba a una tribu que habitaba en los márgenes del Tamora con sus tareas cotidianas a cambio de techo y alimento una de las líderes de la tribu le hizo partícipe de una situación que les amenazaba: un chamán que aplicando malas artes había traído la desgracia sobre la tribu provocando la escasez de pesca y la enfermedad.
Adebbi se había enfrentado con anterioridad a hechiceros taimados, pero lo que se encontró superaba sus expectativas. Idi había transformado a los miembros de una tribu entera en sus servidores retorcidos y wukránicos y ahora planeaba hacer lo mismo con la tribu que acogía a Adebbi. Tras varios días de jugar al gato y al ratón con Idi y sus secuaces (una batalla que se libraba no sólo con la fuerza, sino con el ingenio) Adebbi fue capaz de desbaratar sus planes.
Aunque no consiguió acabar con Idi sí puedo destruir su guarida. Allí descubrió que Idi planea hacerse con el título de hechicero wukránico más poderoso. Los materiales para rituales, los signos, las marcas… no había duda. Idi era alguien peligroso y tenía que ser detenido. Poniendo su orgullo y honor de guerrero como promesa, juró ese mismo día que seguiría a Idi y acabaría con él aunque fuera lo último que hiciera.
Y por ello, sus pasos le guiaron poco a poco hacia el frío norte. Fue en un poblado cercano a Aguaclara donde conoció a Lobo. Adebbi estaba dirimiendo sobre un contencioso que había aparecido entre ciertos miembros acerca de una boda y una dote, en la que se discutía el número exacto de cerdos que se tenían que entregar para casar a la muchacha. Su afilada dialéctica y la manera de resolver el conflicto asombraron incluso a un experto en esos temas como Lobo por lo que la oferta no tardó en llegar. Adebbi se unía a la Caravana y Lobo le ayudaría en su búsqueda.
Adebbi es un buen miembro de equipo, trabajador y dispuesto siempre con una sonrisa a hacer todo. Se lleva estupendamente con todo el mundo en la caravana y ha hecho especialmente buenas migas con los soldados. No es raro verles compartir pellejos de bebida y juegos de fuerza o puntería en los ratos libres. Adebbi, además, es un gran cocinero a pesar de ser desconocido por todos. El hecho de que Sonrisas se haya unido al grupo ha hecho que afile aún más sus capacidades. En los lugares donde pasan intenta informarse de las delicias locales y pasarle la receta a Sonrisas, quien se lo agradece dejándole siempre algún dulce reservado para él solo.
Nunca pierde la oportunidad de informarse acerca de actividades chamánicas dañinas o perniciosas en cada pueblo que pasan y cree encontrarse cerca de la pista de Idi. Cuando lo encuentre, acabará con el de una vez por todas.