Llego hasta aquí
Flor del Wukran
Existe un árbol en las laderas de las montañas, cerca de las zonas donde habitan los dwaldur, al que todo el mundo conoce como árbol santuario o cadarete por la forma de calavera que adoptan los capullos de las flores antes de abrirse y la forma de rostro que adoptan una vez abiertas. Estas flores no representan ningún peligro, salvo que seas un insecto goloso y quedes atrapado dentro, y no es el motivo de este artículo.
En simbiosis con el árbol habita una planta que crece adherida a las ramas del árbol y que imita a la perfección los capullos del árbol santuario. Los chamanes se refieren a esta planta (aunque quizás sea un animal) como "flor del Wukran". Imita a la perfección a la flor santuario, salvo que es más grande y más fragante que sus compañeras.
En su interior tiene una especie de púas con los ganchos invertidos cargadas de un veneno de acción rápida. Los insectos parecen reconocerla y la evitan, pero si algún animal se la come o alguien la recoge con curiosidad por su tamaño y olor, se clavará las púas y la flor se quedará clavada a la piel del incauto.
El dolor le hará retirarse, pero no se alejará mucho. El veneno no es realmente mortal, pero si provoca la inconsciencia. Las púas actúan a modo de semillas y germinarán en el cuerpo caído que acaba muriendo de inanición (o de deshidratación). Una vez germinado, una parte del cuerpo (del tamaño de un puño) se rajará y de él surgirán miles pequeños gránulos negros que al caer al suelo se abrirán, desplegarán unas finas antenas al estilo de los dientes de león y se dejarán arrastrar por el viento. Si en su viaje topan de nuevo con un árbol santuario se pegarán a él y tras un tiempo florecerán y el ciclo volverá a comenzar. Las semillas que se enganchan a árboles equivocados germinan igual, pero son muy fáciles de identificar, lo que las hace menos efectivas.
Los gránulos negros con el mejor remedio contra la mordedura de la flor del Wukran, machacados y restregados por la zona, engañarán a las semillas (como ya germinadas) y detendrán el ciclo. La víctima se despertará de la inconsciencia a los pocos días, aunque habrá que darle de beber durante la inconsciencia para que no muera deshidratada. Una víctima puede sobrevivir a una mordedura de la flor del Wukran (si se la hace beber), pero la zona afectada (generalmente una extremidad) se perderá entre grandes dolores. Algunos chamanes oscuros infectan a propósito a animales para recolectar los gránulos negros.
La flor del Wukran es un buen repelente de mosquitos e insectos si se coloca en las puertas o ventanas de una vivienda. Algunos chamanes adornan sus cuevas con ellas. Eso sí, aumenta el riesgo de mordedura de la flor por accidente.
Se dice que algunas tribus tikki utilizan las púas de la flor como proyectiles de sus cerbatanas. Trata el veneno como un calmante muy potente (que provoca la inconsciencia) con ReSx1.