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Introducción política a Eriloe
Es probable que hayas leído la introducción a Eriloe () donde se explican las características de esta ambientación o la introducción a la geografía de Eriloe () donde se explica un poco la división de los continentes y las regiones; quizás te estés preguntando cómo son las naciones o cuales son sus características generales para poder llevar a tus personajes a descubrirlas. Este es el objetivo de este artículo (y los que continuarán): proporcionarte una descripción inicial de los diferentes estados y naciones que conforman Eriloe en la actualidad.
Naciones isleñas
Las naciones isleñas son, a su manera, las más poderosas de Eriloe y las que arrastran una historia larga y complicada. Todas se consideran el centro del mundo o, al menos, un centro tan potente como los demás. No es raro que muchas razas tengan su propia nación en esta zona y esa división política es el resultado de muchos conflictos, tratados, traiciones y tradiciones.
Antiguo Reino
Casi todas las leyendas humanas de los días más antiguos tienen su origen en un hecho ocurrido en el Antiguo Reino. Una tierra poblada por rudos hombres de armas forjados en las duras y frías tierras que habitan y donde, según dicen, las cabras son más atractivas que los hombres. Sin embargo, superados los recelos iniciales a los desconocidos, son gentes francas y sinceras, capaces de pagar la segunda ronda a aquellos que inviten a la primera (y sobrevivan porque la espesa cerveza del Antiguo Reino tiene fama de tumbar a los vivos y despertar a los muertos). Viven de la ganadería, especialmente cabras y ovejas, con las que fabrica quesos fuertes y muy aromáticos. Las malas lenguas dicen que elaboran su cerveza con las bostas de dichos animales, pero no es cierto, con ellas hacen un aguardiente de bellota solo apto para valientes.
El reino fue fundado por el clan Olaferson de quién dice que gano todas sus tierras lanzando un tronco más lejos que el heredero de la misma. Aunque son una estructura feudal en apariencia, las decisiones políticas se toman en un Consejo de Iguales al que pueden asistir los cabezas de familia (hombre y mujer) de cada clan. Eso deja fuera de las decisiones al 99% de la población, pero da cierta apariencia participativa a la vida diaria de los antiruanos.
El paisaje está decorado con cientos de castillos de pequeño tamaño, algunos no son más que una torre de vigilancia y un salón de recepciones. Esto recuerda a los visitantes el tumultuoso pasado de estas gentes que cuando no combaten entre sí, les hacen la guerra a los vecinos por cualquier malentendido.
Estado de los Altos Elfos
Sus habitantes aseguran que son el reino de elfos más antiguo de Eriloe y por ello exhiben con orgullo el «Alto» en su denominación nacional. Según su historia todos los reinos elfos proceden de su territorio. La realidad es que los «Altos Elfos» exportaron sus costumbres y sus estructuras políticas por todos los poblados elfos de los años antiguos, pero hay bastantes evidencias de que no pueden ser los padres genéticos de todos ellos.
La estructura social de este territorio es muy nobiliaria con clanes familiares que dicen remontarse al origen de los tiempos y diferentes vasallajes entre los señores. Todos deben obediencia y lealtad al Alto Señor, pero su autoridad real es bastante discutible. Viven en pequeñas poblaciones dedicadas a la recolección y a la ganadería o la pesca. Siempre hablarán despacio, alargando las palabras, como si el oyente, sobre todo si es extranjero, no tuviera inteligencia suficiente para entender toda su sabiduría. No son xenófobos, pero eso no significa que den la bienvenida a los no elfos.
La familia Osterrêid, el primer emperador que casi gobernó toda Eriloe procedía de este reino. «¿De qué otro sitio podría ser?» dirán los altoelfitas.
Medioburgo
Es, con toda probabilidad, el reino más pacífico dentro de los isleños y está habitado por medianos, aunque reciben otros nombres igual de hirientes. Los medianos tienen una cultura orientada a la ganadería y a la vida sencilla en los campos, pero, como algunos han comprobado, no son una presa fácil. Un ejército de Medioburgo, con sus terribles hondas, es algo que todo capitán militar quiere entre sus filas y que reza por no encontrarse en las de su enemigo.
La estructura política y social está basada en una especie de gerontocracia. Los habitantes más jóvenes de cada aldea hacen caso y obedecen a los más viejos y estos comparten entre sí secretos, recomendaciones e instrucciones a través de una organización conocida como La Cinta Verde por el distintivo que llevan a modo de brazalete en el antebrazo. Interrumpir el trabajo de un verde tiene algunos de los castigos más imaginativos de Eriloe, incluyendo la muerte por sufrimiento.
Medioburgo es la huerta isleña y sus frutas y verduras recorren toda la isla donde su calidad y frescura son muy apreciadas.
Reino de Os
Es el reino económico y comercial de Eriloe y si de algún sitio se puede decir que es la capital de las naciones conocidas, este es Ôs. Es una ciudad estado que ha recibido el sobrenombre de «inconquistable» aunque no es cierto, pero los habitantes de la ciudad argumentarán que no fue una invasión sino la traición de uno de sus gobernantes: el taimado Utay Shim.
Este es un buen lugar en el que empezar tus aventuras porque Ôs está comunicada con todos los reinos costeros y en ella hay comerciantes, nobles, artesanos y un sinfín de profesionales de lo ajeno. Es una ciudad multirracial y aunque en teoría es humana, nadie se sentirá extranjero en Ôs. Los ositas están acostumbrados a las cosas raras.
Si quieres más información, consulta la descripción completa en nuestra sección de Geografía ().
Reino de Ulad
Dicen que el primer enano de Eriloe nació en estas montañas y que los Ulad (el nombre del primer rey) ya gobernaban en estas tierras antes de que estas ascendieran a los cielos. La verdad es que los enanos de Ulad proceden de Levante de donde llegaron huyendo por motivos que nunca quedaron claros hace muchísimos años.
Los uladitas son buenos artesanos que trabajan el metal, las piedras preciosas y, sobre todo, el mármol. Este lo extraen de excavaciones al aire libre (se comen la montaña) mediante un sistema que se aprovecha de la congelación del agua en las frías noches de Ulad. También trabajan en el interior de sus cuevas-estado, pero prefieren la minería a campo abierto.
El reino de Ulad carece de rey. Hay una leyenda que especifica las condiciones que deben cumplir los candidatos para ser proclamados reyes y a lo largo de la historia pocos se han sentado en el trono de Ulad. Cada casa-estado goza de cierta autonomía y hace lo que desea, pero nadie debe menospreciar el sentido patriótico de los enanos; son de Ulad y cualquiera que lo olvide pagará las consecuencias.