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jueves, 21 de noviembre de 2024


 

Introducción a la Geografía de Eriloe

Desde un punto de vista político, podríamos dividir el mundo de Eriloe en seis zonas diferentes o, más exactamente, en tres grandes dualidades. Aunque cada nación o pueblo tiene unas características propias, estas tres dualidades marcan, a menudo, importantes diferencias propias de las regiones. Son generalizaciones, pero a menudo permiten entender las diferencias entre dos regiones que, por otro lado, no debían diferir tanto. Estas tres divisiones deben entenderse como una introducción a la división política y social de Eriloe.

LEVANTE-PONIENTE

En los mapas de Eriloe, el levante se coloca en la parte de arriba y el poniente en la de abajo de forma que el sol traza su recorrido de la parte superior a la inferior de los mapas. Esto indica, además, cierta afinidad de los Eriolitas con su sol. Allá donde se alza todas las mañanas ocupa el lugar importante y central de su cartografía.

Hay una gran diferencia entre los reinos de levante y los reinos de poniente. Las tierras de levante son más duras e inhóspitas que las de poniente que son más ricas y prósperas. Eso ha forjado el carácter de la gente.

En Levante son hoscos y algo cerrados para con los extranjeros. Además, la rutina de la dureza diaria les ha enseñado a respetar las enseñanzas duramente aprendidas y, de alguna forma, ha creado un carácter más conservador o, si se prefiere, más respetuoso con las tradiciones. El caso más evidente de este "tradicionalismo"; es el reino de Arefad en donde se dice que hay una leyenda antigua o profecía para cada suceso que allí ocurre.

En Poniente, por contra, son más abiertos, más hospitalarios y también más ricos. La filosofía "disfruta del momento" es la habitual y hay cierta despreocupación hacia el futuro y ningún deseo de mirar al pasado. Son grandes comerciantes, pero no con el deseo avaro de quien desea poseer más cosas, sino con el deseo de alcanzar y conocer más cosas. Es tierra de intelectuales y de grandes bibliotecas.

NORTE-SUR

Esta es una dualidad bélica, forjada por la guerra del Emperador. En el norte (a la izquierda en los mapas), están los reinos y territorios que un día pertenecieron al Emperador y en el sur los reinos y territorios que se le opusieron. Sólo hay dos excepciones a esta división. Io, que a pesar de estar en el sur se podría considerar que es un reino norteño y las islas de Xâlin y Fâlin que a pesar de estar en el norte son un claro ejemplo sureño.

Los reinos del sur están cargados de historias y recuerdos. En algunos casos, se puede rastrear cientos de años el origen de los reinos. Esto hace que la gente sea orgullosa y nacionalista. Muy consciente del papel que su nación ha tenido en la historia. Son gentes de carácter capaces de casi cualquier cosa por defender su hogar.

Los reinos del norte son creaciones artificiales que apenas tienen una decena de años. Sus habitantes, en su mayoría, son emigrantes venidos de tierras lejanas y cuyos padres fueron embarcados en una guerra que no comprendían y que tampoco pudieron ganar. Son gente sin hogar, muchos son nómadas y muy individualistas. No tienen apego a las pequeñas autoridades locales y todos viven con la esperanza de tiempos mejores.

Para los habitantes del sur, los norteños son gentes egoístas, belicosas y más dadas a la bronca que al diálogo. Piensan que todo lo resuelven a mamporros y que sus naciones colapsarán en una miríada de pequeños reinos con sádicos señores de la guerra. Para los del norte, los del sur son gentes refinada en exceso que sólo piensa en su bienestar y que hace tiempo olvidaron la dureza del mundo. Creen que sus débiles sociedades acabarán colapsando de tanto esnobismo.

ISLEÑOS-CONTINENTALES

La isla central en el mundo de Eriloe e incluso el resto de islas encerradas y protegidas por los continentes de Levante y Poniente ven el mundo desde una óptica diferente a los habitantes de las naciones continentales.

Para los isleños, su mundo es finito y han sido capaces de colonizarlo entero. Creen que han llegado a la cima de su desarrollo y creen que tienen derecho a sentarse y aprovecharse de los beneficios de un desarrollo social mayor. Sus ciudades son más grandes, más populosas y más ricas. Son ciudades construidas para resistir el paso del tiempo, para perdurar. Sus edificios son de grandes bloques de piedra e, incluso, hacen planes urbanísticos de cara al futuro. Sus gentes son sedentarias y prefieren arreglar las cosas sin moverse de la comodidad de la ciudad.

Los continentales, sin embargo, saben que Eriloe es muy grande. Saben que las fronteras interiores de sus países son líneas marcadas en mapas que no representan, en realidad, nada y que más allá de ellas hay un vasto mundo inexplorado. Las ciudades continentales suelen ser más pequeñas, como más provisionales, y las gentes tienden a ser más aventureras, más atrevidas.

Los isleños ven a los continentales como gentes con la que es peligroso juntarse porque acabarán llevándote a una loca aventura a rescatar el tesoro de un dragón o a arrojar un anillo a un volcán lejano en erupción. Los continentales, sin embargo, ven a los isleños como gente que se ha acomodado demasiado y a las que el tiempo les ha pasado por encima. Dirán de ellos que están menguando y que su lugar en la historia de Eriloe ha pasado ya.

Nota: insistiremos una vez más en que estas divisiones de Eriloe son sólo una aproximación a la realidad interna de cada nación. El objetivo es ir desgranando todas las naciones de Eriloe en este apartado de la Ambientación de Eriloe.

 

 

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Cita

«Borrad Belgrado de la faz de la tierra.»

Hitler