Llego hasta aquí
La Muerte Oscura
Cuentan las viejas tikki que un antiguo mal merodea cerca de las marismas. Es un terror tan antiguo como el tiempo, más allá de las épocas, cuando las tierras surgieron de debajo de los hielos eternos, más antiguo incluso que éstos. Habita en la oscuridad y hace presa en el incauto, da igual si es infante o adulto, si es robusto o frágil, si es varón o hembra.
Nunca debes adentrarte sólo en las tierra umbrías del sur cuando la morkana está cerca. En esas noches, silencioso y sigiloso, la muerte oscura te cubrirá. No sentirás nada, sólo el suave roce de su presencia, como la caricia de una amante, como el susurro engañoso del Wukran, pero cuando el sol salga tu cuerpo estará cubierto de los restos de la muerte oscura. Restos de su piel adheridos a la tuya te señalarán como un visitado y tu muerte estará muy próxima.
Si aún puedes andar, anda; si aún puedes correr, corre; dirígete hacia el grakin más cercano o a una caravana donde sepas que hay un chamán y si llegas a tiempo, y si tienes la suerte de que el chamán conozca los rituales, quizás sobrevivas, pero tikki, no tengas esperanzas, cuando te toca la muerte oscura, la noche eterna te reclama.
Y a ti chamán, si me escuchas, si vives cerca de las marismas en las tierras umbrías del sur, mantén tu reserva de hongos en tierras de cultivo y macéralas en tarrinas de barro con agua de las mismas marismas; cada druma, antes de la morkana, pon el preparado al fuego y recoge sus vapores.
Lo que los habitantes de Pangea no saben
En realidad la muerte oscura es la espora de un helecho de grandes hojas cuya presencia es muy habitual en las marismas del sur. Cada druma, cerca de la noche más oscura, los sacos de esporas debajo de las hojas del helecho se rompen y estas flotan en el aire llevadas por la brisa nocturna. Se da la circunstancia de que estas esporas son muy agresivas y resistentes y son capaces de enraizar en casi cualquier superficie, incluso los tejidos vivos. Los rizomas no sobreviven en estos casos, pero si hay muchas esperas matan a su víctima. Da igual que se quiten las esperas porque las raíces ya estarán dentro y ya habrán empezado a crecer.
Cada noche, el personaje infectado deberá superar una TA de Resistencia (3xres) penalizada con un +5 por cada noche desde su infección en la que no superara la TA (es decir, si un personaje se infecto hace tres noches, falló la primera tirada, superó la segunda, tendrá sólo un +5 para su tercera TA). Cada fallo, restará tantos puntos de vida como un daño tipo 0. Los daños recibidos por la muerte oscura no se pueden recuperar de ninguna manera mientras no se venza la enfermedad. Si el personaje llegara a 0 puntos de vida, morirá. Sin embargo, si consigue superar tres TA de Resistencia (no importa que no sean seguidas), vencerá a la enfermedad, podrá recuperar los puntos de vida y, además, habrá ganado un bonificador de -5 permanente a cualquier otro ataque de la muerte oscura (el bonificador es acumulable).
El mejunje que preparan los chamanes es, en realidad un alcohol de fermentación de baja graduación que ayuda a eliminar las infecciones provocadas por las raíces de los rizomas. No tiene, por si solo, la capacidad de curar la enfermedad, pero sí ayuda al paciente dándole un -5 a la TA de Resistencia. Es decir, además de cualquier otra modificación debida a tiradas anteriores, si el chamán le trata ese día con el mejunje, tendrá un -5 a la TA; éste no se acumula de un día para el siguiente.