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Garrochistas de Bailén
«Garrochistas de UtreraLos “Garrochistas de Bailén” fue un conjunto de escuadrones de lanceros voluntarios que intervinieron el 16 de julio de 1808 en la toma de Mengíbar al mando del capitán José Cheriff y el 19 de julio de 1808 en la batalla de Bailén. Estaban integrados en varias divisiones, siendo el el total el siguiente:
Tras el tremendo choque durante la batalla de Bailen, en el cual debido a su gran heroismo y a su falta de profesionalidad sufrieron abundantes bajas, de los 912 garrochistas inicales quedaron tan sol unos treinta. El 24 de agosto las tropas de Castaños entraron victoriosas en Madrid. Allí iban los pocos garrochistas jerezanos sobrevivientes, causando la admiración de todos.
Tras la batalla, los garrochistas se cebaron en perseguir a los franceses, y siguieron engrosando la caballería del ejército español durante los años siguientes, hasta tal punto que en febrero de 1810, cuando las tropas francesas ocuparon Jerez, fueron colgados en las plazas un bando que decía: “Todo individuo que auxilie a los garrochistas será fusilado o ahorcado. El que avise para prenderlos será gratificado con cuatrocientos reales y si el mismo es soldado será ascendido”. No había bando que valiera. Los garrochistas siguieron participando en la guerra hasta la salida definitiva de los franceses de España.
Su grito de guerra: ¡¡España Jerez, a por ellos, como a las vacas!!
Descripción
Los garrochistas son conocidos por ese nombre debido a la herramienta que utilizan en su trabajo. Este trabajo, de gran dureza en aquella época, consistía en pastorear a las reses de toros, normalmente bajo condiciones muy calurosas y bajo un sol continuo. Para controlar a estos poderosos animales, se ayudaban de un palo de unos tres metros de largo, llamado garrocha.
Uniforme: cubrían su cabeza con un pañuelo rojo atado a la nuca, con los picos cayendo sobre la espalda sobre una redecilla que envolvía la coleta. El sombrero era de tipo calañés con moña. La chaquetilla corta se adornaba de hombreras y caireles. El chaleco medio abierto dejaba ver el pañuelo atado al cuello. La faja era negra o roja. El pantalón llegaba por debajo de las rodillas y el botín dejaba ver medias azules o blancas
Armas: cuchillo de monte en la faja y una larga y gruesa garrocha de 3 metros de longitud, de las de picar toros, a las que muchas se les había cambiado la puya por punta de lanza.
Garrocha
La garrocha no puede lanzarse.