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Caravanas h'sar
Las caravanas h'sar son una visión habitual en el continente. Como raza avanzada que son, la jerarquía social se asocia no sólo al color de las escamas de la raza sino también a la riqueza que puede acumular un individuo. La forma más habitual de convertirse en un miembro influyente de la comunidad sin importar la casta en la que un individuo haya nacido.
Las caravanas h'sar se dedican al comercio puro y duro, trueque en la expresión más severa del término. Ninguna mercancía es lo suficientemente valiosa como para no desprenderse de ella si se da la ocasión de encontrar algo aún más valioso y que merezca la pena trocar. Eso incluye no sólo a las mercancías susceptibles de intercambio (incluyendo a esclavos) sino a los mismos miembros de la caravana. Por eso en los grakin se recomienda a los futuros empleados por los h'sar que negocien los términos de su contrato si no quieren terminar trabajando en una mina dwaldur por habérsele ofrecido algo de hierro extra al capataz de la caravana.
Las caravanas comercian tanto dentro del territorio h'sar como fuera de él. Y a pesar de los prejuicios raciales, no son ni más peligrosos, severos o malvados en sus tratos que el resto de razas. Suelen ser ecuánimes en sus tratos, de hecho. La idea no es una idea filantrópica, sino de visión comercial. Si tratas mal a tus clientes, pierdes la posibilidad de negociar con ellos en el futuro. Y eso es malo para el negocio. En ese sentido las caravanas dwandir son mucho más peligrosas, ya que nunca se sabe si la dwandir con la que se negocia tiene alguna intención oculta al cerrar el trato.
Los h'sar no desprecian material alguno, todo es negociable y aprovechable. Sí es cierto que tiene una inclinación a comprar esclavos. Son una materia escasa y preciada, que cumple tareas necesarias y básicas en su sociedad y que ni siquiera los escamas negras más ruines se rebajaría a hacer, como levantar zigurats o limpiar de excrementos las calles. Por lo tanto el esclavo es para el h'sar como el ámbar para el dwandir: un material escaso y muy valioso.
Las caravanas h'sar son las menos multirraciales de todas. Esto es más cuestión de prejuicios concebidos de forma previa para trabajar con ellos que de racismo por parte de los h'sar. Se aprecian mucho los laceros y tramperos tikki para atar y controlar a los esclavos, así como los guerreros gardan. Los drak son la mano de obra por excelencia h'sar, ya que llegan donde los h'sar no pueden. En las caravanas esclavistas, de hecho, son el grueso de las mismas. Su fuerza, agilidad y lealtad les convierte en unos guardianes excelentes. Sorprendentemente, los ogros no lo son tanto. Pendencieros e independientes, tienden a tener opiniones enfrentadas con sus contratadores. Los "escribanos" humanos también son altamente deseados y se les paga muy bien para asegurarse de que sigan siendo honrados a la hora de llevar la contabilidad.
Una excepción a esto son los chamanes. Salvo que sea un sacerdote de la religión oficial h'sar, cualquier chamán es automáticamente expulsado de la caravana en el siguiente pueblo en el que pare la caravana (no lo matarán y le darán cobijo durante un viaje, al fin y al cabo, meterse con un chamán es llamar a la mala fortuna, pero se desharán de él en cuanto puedan).