Planeta acuático Ràj, Sector Hassel

Nunca había sido un hombre de honor, ni valiente, siempre había preferido huir a la confrontación, pero el Gran Duque Gorkosh sabe que cuando se trata de la familia la situación siempre es más complicada y peligrosa, más aún en su posición.

- ¿Cuáles son sus órdenes, señor? - La voz del Teniente Márquez, jefe de la unidad de SegBar que se encarga de velar por su seguridad, suena tranquila y profesional.

El Gran Duque mira el membloc que tiene en la mano, con el informe enviado por el Capitán Bouza desde su yate Inmensidad, antes de realizar el salto a CBH-618, una colonia de su propiedad en el Sector Exheriel. El informe enumera los sucesos y las acciones tomadas por Gesawa, su opinión sobre el incidente y las ordenes del idiota de su sobrino que quiso acudir al lugar en contra de las recomendaciones de Bouza.

- ¿Está seguro de que la nave llegará a tiempo, teniente? – Se gira para mirar a su interlocutor, dando la espalda al ventanal desde el que se puede ver una magnífica panorámica de Ràj, un planeta de Acceso Restringido, que están orbitando, junto a otra docena de yates de lujo, en su propio yate, el “Estrella de la mañana”.

- Si envío la orden ahora, pueden llegar allí en menos de 10 horas compler, señor, lo que supondría unas 15 horas después de la llegada del Inmensidad. - El teniente duda antes de continuar. - Si se han encontrado en una situación comprometida, el capitán Bouza tiene experiencia de combate, señor, sabrá cómo manejarse. Y no se debe olvidar que sabe que tanto en la FloBar como en SegBar disponemos de naves de respuesta rápida que pueden acudir en su ayuda, por eso mandó el informe.

El Gran Duque mira al teniente, es joven, confiado, con hambre de gloria y tiene un futuro prometedor, pero no recuerda Adrastra, aunque él no lo ha olvidado, es más, lo tiene muy en cuenta, ya que la aventura se cobró un gran número de víctimas y la FloBar todavía no se han repuesto del todo, no quiere repetir algo así.

- Esta bien, teniente, envíe la orden, mandaré esa nave a EXH-38, pero póngales en antecedentes. - Apenas ha terminado de decirlo cuando el teniente saluda y, con una amplia sonrisa, se gira dando órdenes por su comunicador de seguridad.

Una vez que el teniente se aleja del Gran Duque, sus ayudantes se acercan a él con un membloc en el que está la agenda del día, incluido el descenso en lanzadera a la superficie del planeta, para visitar su único archipiélago habitable.

- La nave está lista para iniciar la maniobra de aproximación, señor, los otros yates nos seguirán en cuanto la comencemos. – La voz de Ream, su ayudante de cámara es suave y aduladora, muy diferente a la voz de Márquez, más orientada a ganarse la confianza de su interlocutor que la del militar. Aún así, en caso de necesidad, no dudaría en confiar su vida al teniente, pero nunca lo haría con Ream.

- Capitán, establezca comunicación con el resto del convoy. – Dice el Gran Duque a la vez que se gira de nuevo hacia el ventanal, mientras a su alrededor comienzan a aparecer los hologramas de los invitados a la exclusiva visita turística. El rostro del Gran Duque sufre una transformación y todo rastro de preocupación desaparece de el mientras sonríe a sus invitados. – Damas y Caballeros, hoy vamos a poder visitar Ráj, un planeta de acceso restringido para salvaguardar su ecosistema único.

El “Estrella de la mañana” comienza con la maniobra de aproximación al planeta, en una ruta diseñada para que los miembros del convoy puedan observar la superficie de uno de los pocos planetas protegidos de La Federación, principalmente debido a su naturaleza única y a que todavía no se han encontrado minerales útiles en el.

Si bien una órbita al planeta es sencilla, el trayecto está programado para hacer un viaje casi geoestacionario sobre el mismo, rozando las capas exteriores de la tenue atmósfera del planeta para finalmente detenerse sobre el archipiélago Barón Erryl Hassel, que adopta el nombre del joven Barón de Hassel para honrar su decisión de convertir planetas deshabitados y de naturaleza única, en planetas protegidos por la Baronía y de asignar a algunas unidades la FloBar para su vigilancia y protección.

Tras una serie de lentas circunvalaciones al planeta, el convoy se detiene sobre el archipiélago, y el Gran Duque se dirige hacia la lanzadera de su yate, para dirigir el descenso al mismo, y acompañar a los demás miembros del exclusivo convoy en su visita al planeta Ràj, uno de los escasos planetas convertidos en un paraíso gracias a la decisión del joven Barón, y un buen reclamo para inversores extranjeros.

Las características técnicas de la nave son:

Yate de lujo Hassel Rassy HR-111-15