Llego hasta aquí
Lámpara de tuétano
El dominio del fuego permite a los habitantes de Pangea enfrentarse al frío y a los animales, así como cocinar la caza. A su vez, les ayuda frente a un enemigo también temible: la oscuridad. Las antorchas y las hogueras proveen de luz, pero el humo que provocan las hace incómodas en lugares cerrados, como galerías, cuevas o incluso tiendas. De ahí la principal utilidad de las lámparas de tuétano, capaces de iluminar sin producir humo.
Fabricación
Como su propio nombre indica, el combustible de estas lámparas es el tuétano que se obtiene de los huesos de animales, en especial de aquellos de gran tamaño (como los fémures de mamuts, bisontes, uros, sulardraks y en general cualquier animal más grande que un humano, aunque en ocasiones también se pueden utilizar huesos de animales más pequeños). Para fabricarlas, se toma en primer lugar algo que sirva como soporte para el combustible, por ejemplo una piedra que tenga un hueco cóncavo. También se puede utilizar el propio hueso si es suficientemente grande. Una vez que se tiene este recipiente, se coge un hueso de gran tamaño y se machaca con una piedra u otra herramienta para extraer la médula, que tiene el aspecto de una grasa blanquecina. Esta grasa se va depositando en el recipiente ayudándose de una rama o de los propios dedos, sin que llegue a rebosar.
Sólo falta la mecha, que se consigue a partir de fibras vegetales, trenzadas hasta una longitud de unos tres dedos. Una vez preparada, se hunde en el tuétano dejando que sobresalga algo más de un dedo. Al encenderla, la grasa se empieza a fundir y sube por la mecha, alimentando la llama que da lugar a una luz intensa y duradera, sin humo ni olor. Suelen durar entre una mano y tres manos de puños.
Usos
Como ya se ha mencionado, este tipo de lámpara es muy útil para lugares cerrados en los que el humo resulta muy molesto. La lámpara de tuétano es muy apreciada por aquellos que viven en cuevas como los trogloditas (que se dice son los inventores de dicho artilugio, aunque las viejas tikki mencionan a los aisdwan más al norte y sus vidas en una casi perpetua oscuridad como los creadores) y también por los chamanes, que las emplean a menudo cuando quieren hablar con los espíritus, dado que les facilita la concentración y ayuda en los rituales de invocación de espíritus elementales (modificador para contactar con ellos de -2, para reflejar la facilidad de contacto, acumulable con otros artefactos como sonajeros y similares. Han de haberse encantado previamente como un fetiche para poder utilizarlas de tal modo).