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sábado, 23 de noviembre de 2024


 

Fuego Ogro

El pueblo ogro no es conocido por su sutileza, o por la utilización de subterfugios entre sus técnicas disuasorias en situaciones de conflicto. Quizás sea debido al hecho de que en esa sociedad prima la fuerza bruta, y los guerreros abundan como las setas tras el inicio de la época de lluvias. Sin embargo, también es cierto que aquel individuo ogro que desarrolla una inquietud fuera de lo habitual, es un individuo aún más poderoso que el estándar normal en otras razas, y de ese modo no es raro encontrar un chamán que lidera un grupo bastante numeroso de ogros, que sería impensable entre mendwan o tikki.

Una de las razones del éxito, o de la preeminencia de estos chamanes es la maestría que desarrollan en el desarrollo de algunas maneras creativas para acabar con sus enemigos. El ejemplo clásico es la utilización de Fuego ogro.

Todo empieza con un pequeño hongo que crece cerca de las zonas de montaña que tiene zonas que producen chimeneas sulfurosas y a su vez son terriblemente húmedas y oscuras (el lugar más fácil para encontrar estas condiciones son regiones cavernosas, zonas boscosas cercanas a geiseres y similares). Dicho hongo es difícil de obtener para el ojo no entrenado, ya que su crecimiento y aspecto es muy parecido al musgo corriente. Por eso, es uno de los secretos mejor guardados por los chamanes y curanderos ogros.

Una vez recolectado, se deja secar al sol durante dos manos de jornadas, preparando para ello un pequeño fuego en el que los rescoldos ayudan a ese proceso de secado. Cuando el hongo adquiera una tonalidad rojiza, similar al óxido, es el momento de pasar a la siguiente fase.

Con dicho producto, el chamán puede hacer varias cosas: Mezclarlo con algún líquido (agua puede valer, pero también con bebidas alcohólicas) disolviéndolo. El liquido en el que se encuentra adquirirá una densidad pastosa similar a un ungüento si ha echado la cantidad adecuada para crear esa pasta, o bien un líquido carmesí con forma de bebedizo. En la primera forma, se unta en armas para mejorar considerablemente la letalidad de las armas. En la forma más líquida, suele utilizarse para humedecer comidas o mezclarlo con bebidas y crear su efecto total.

Ungüento: Resistencia x3. Provoca si no se supera, una sensación de mareo y aturdimiento que dura al menos 1d10/2 asaltos, y se pierden 1d10 de puntos de vida. Además, si el resultado para resistirlo es una pifia, o un crítico para el que le golpea con el ungüento, el daño se eleva a 2d10 de daño, y a la inconsciencia del objetivo..

El ungüento provoca una sensación de quemazón muy intensa en la zona de herida o contacto.

Líquido: Resistencia x2. Provoca fuertes dolores estomacales, una sensación similar a un fuego que devorara las entrañas de la víctima. Si no supera la tirada, sufre unos horribles estertores que provoca la muerte en 3d10 asaltos, en los que la víctima entre convulsiones, vomita sangre, se retuerce y sufre finalmente un paro cardiorespiratorio. Un crítico resistiendo implica únicamente 2d10 de daño.

El lado negativo del líquido es que impregna la comida de un leve olor a picante, como si se hubiese condimentado fuertemente con algún tipo de especia similar a la pimienta.

 

 

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Cita

«En la guerra no hay premio para el corredor adelantado.»

General Bradley