Llego hasta aquí
Cráneo de oso
Los osos y muchas de las razas inteligentes que pueblan Pangea comparten la costumbre de emplear cuevas como refugio, por lo que no resulta extraño que se produzcan luchas por la posesión de las mejores. En especial los kotai tienen una relación muy íntima con los osos de las cavernas. A menudo, antes de que los kotai se instalen en un nuevo hogar es necesario expulsar a un oso cavernario que ya lo ocupa. La mayoría de las veces el noble animal defiende su cueva hasta las últimas consecuencias.
Tras la muerte del animal, toda la comunidad debe participar en una ceremonia para pedir el perdón del oso, de modo que su espíritu no les atormente desde el otro mundo. Tras la ceremonia, el cuerpo del oso es enterrado en el suelo de la cueva, mientras que su cráneo es conservado y colocado en un lugar de honor en lo más profundo de la caverna. Si el oso tenía un osezno, éste es atrapado vivo y adoptado. En el futuro será de gran ayuda para defender a la tribu.
Los kotai dicen que si la ceremonia es llevada a cabo correctamente, el espíritu del oso será apaciguado y a partir de entonces ningún otro oso volverá a entrar en la cueva, pues sentirá dentro la presencia del primero. Asimismo, el espíritu del oso velará el reposo de los muertos de la comunidad, siempre que éstos sean enterrados con él en el suelo de la cueva.
Reglas
Si el rito es llevado a cabo correctamente, ningún oso ajeno a la tribu entrará en la cueva. El cráneo puede ser transportado, pero solamente actuará una vez haya sido colocado en el interior de una cueva.