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Gentes del Desierto del Escorpión
Las gentes que habitan las zonas circundantes del Desierto del Escorpión, son un grupo enormemente homogéneo, si lo comparamos con otras regiones del continente. Cerca de un 80% (más o menos), son mendwan que habitan en el este y el suroeste del mismo, quedando el norte para unas aisladas agrupaciones kotai, y en los últimos tiempos, un puesto fronterizo que comenzó siendo un asentamiento minero pero que por su importancia férrica, se ha convertido en un poblado dwaldur permanente.
Los kotai, afines a su naturaleza, suelen habitar las oquedades rocosas, subsistiendo a base de cazar pequeños animales que suelen sobrevivir en la región (jerbos, lagartos, ciertas especies de insectos), y con la escasa vegetación que arraiga en ese difícil entorno. Suelen ser bastante territoriales, delimitando perfectamente la región de una cueva y de otra, pero sin embargo, también es cierto que son los más abiertos e indinados a comerciar de todos los kotai, puesto que las carencias de su entorno les obligan a obtener lo necesario del trueque. De hecho, en las últimas épocas, Graf, un emprendedor líder kotai, ha llegado a un acuerdo con el poblado dwaldur para cambiar comida, ungüentos, e incluso comodidades como adornos, por un período de trabajo en las minas, de sus compatriotas, ya sea para obtener rocas, eliminar residuos pétreos al hacer túneles, o acabar con alimañas que pueblan las profundidades de las cavernas.
Sendjham, el asentamiento minero dwaldur de la vecina Kotham, es un pequeño pueblo permanente en el norte del desierto que contiene cerca de un centenar de individuos, dedicados en su mayor parte a la minería y extracción de hierro, aunque la prolongada actividad ha creado un mercado de servicios para mineros a su alrededor, como peleterías, artesanos para arreglar las herramientas, ganaderos e incluso tabernas. Es curioso el hecho de que no exista aún un chamán entre sus miembros, y la muerte de su curandero, a manos de un enorme rinoceronte lanudo el invierno pasado, ha provocado una urgencia en ese campo, por lo que han enviado mensajeros por toda Pangea, para encontrar a unos curanderos que sustituyan a su malogrado predecesor.
En los últimos tiempos, un enorme mercado de cazadores ha aparecido en el pueblo, y está ejerciendo dura competencia frente a Al-Duresh, aunque ni mucho menos, posee el mestizaje cultural de este último.
Los mendwan, forman el grupo más numeroso del Desierto. La tribu Ben-Turam es una de las más grandes de la zona, ocupando los enormes oasis del suroeste, y siendo la tribu que encabeza el gobierno del pequeño grakin de Al-Duresh al este, regido por un estricto patriarcado unitario (esto es, el caudillo de la tribu que gobierna, es el que manda sobre el grakin, pone impuestos, juzga, y en definitiva gobierna el lugar). Actualmente, el líder de la tribu Ben-Turam ha delegado las tareas en su sobrino Muhham, el cual se ha revelado como un buen líder, y un posible futuro rival político. Dentro de las tribus humanas, subyugadas a la tribu gobernante, existen pequeñas congregaciones, de carácter familiar, que suelen competir entre ellas para ganarse el favor de la primera. Son:
1 - Los Al-Muk, cuya tribu en poder equipara a los Ben-Turam, pero cuya excesiva fogosidad y temperamento de sus miembros, les ha impedido alzarse con el poder, por considerarlos demasiado impetuosos por los ancianos de las demás tribus. Suelen ocupar los mismos territorios que los Ben-Turam, lo que da origen a múltiples disputas.
2 - Los Ibn-Fahir, una minúscula tribu que además es el único matriarcado en un océano de tribus patriarcales. Son reclusivos y reservados, interesándose poco por la política, dedicándose en cuerpo y alma a la protección de las fuentes de agua del desierto, a la cual atribuyen un carácter divino, como la Sangre de la Taga. Suelen vivir cerca de pequeños lagos o cursos ribereños, y se dice que son zonas de una exhuberancia vegetal y animal apabullante.
3 - Los Hassyrim, una tribu dedicada en exclusiva a la exploración. Son la única tribu que puebla casi en exclusiva el grakin del este, e incluso han establecido pequeños asentamientos semipermanentes en el norte, e incluso puestos de refresco en el centro del mismo desierto. Las ansias de explorar de un Hassyrim son enormes, y es probable que sea el típico habitante del desierto que conozcan o hayan visto los habitantes de Pangea.
4 - Los Nubai, tribu de piel negra como la noche, son una tribu de aguerridos guerreros, y hábiles ganaderos. Se les cree descendientes de los habitantes de Entrovia, los cuales cruzaron el Macizo de Agatjar y se asentaron en el sur del desierto. Suelen adorar a la luna como representación de la Taga, y la observación del firmamento y sus constelaciones, ha hecho de ellos unos útiles guías.
5 - Los tikki, llamados así los colectivos tikki que se asientan entre los humanos, son un heterogéneo grupo que se asocia a una u otra tribu por proximidad o interés. Representan un 3% de la población, pero su actitud pendenciera (muchas bandas de forajidos y asaltantes que habitan el los márgenes donde el centro y el sur del desierto se tocan, suelen estar compuestas de tikkis), hace que se les considere una pequeña peste.