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jueves, 21 de noviembre de 2024


 

Jornadas Abiertas Dado de Dragón

cartel de las jornadas

El pasado fin de semana del 1 de Febrero tuvimos la oportunidad de asistir a las jornadas de juegos del club zaragozano Dado de Dragón (ver página del club). En realidad, lo correcto sería hablar de diversas actividades durante varias semanas para dar a conocer el club a otras personas de la ciudad. "Puertas Abiertas" era la denominación que resumía ese objetivo. En realidad no eran unas jornadas de iniciación como pudiera parecer. Estaban (y están porque aún continúan mientras escribo esto) orientadas a atraer a gente que ya conociera los juegos al club y presentarles las diferentes actividades que realizan: una semana para los juegos de rol, una semana para los de tablero y la última semana para las actividades en vivo.

Sólo pude asistir un día a las jornadas. Asistir las tres semanas hubiera sido excesivo para este arrugado viajero, así que no puedo hablar de todas las actividades que no he visto, pero no adelantemos acontecimientos...

La puerta del Taj Mahal

Antes de sumergirnos en la actividad rolera, hicimos un poco de turismo rolero y visitamos un par de tiendas de la ciudad. Debo decir que las dos me impresionaron, Taj-Mahal tiene un fondo de material rolero impresionante (tiene muchas más cosas en tablero). Me llamó la atención que tuviera tantas cosas en inglés cuando es un material que últimamente no veía mucho en las tiendas. La segunda tienda, Freakland, me impresionó por la cantidad de sitio que tienen disponible. Nunca había visto tantas mesas juntas para jugar en una tienda. ¡He ido a jornadas que tenían menos mesas!

Finalmente, mis compañeros de viaje me arrancaron de las garras de los comerciantes (entre lloros) y nos dirigimos a las jornadas. Como he comentado, el objetivo de las jornadas era dar a conocer al club que las organizaba. Por ello, permitidme que no os hable tanto de las jornadas, sino del club que las organizaba. Un club, debo confesar, que despertó en mí un sentimiento de sana (¡mentira!) envidia.

puerta del local

La puerta exterior y la fachada, un poco de los años 70, no hacían justicia al interior. Nada más entrar nos topamos con un mapa de Diplomacy magnético en la pared y una sala que estaba acondicionada para una conferencia sobre la creación de juegos y suplementos (empezaría pocos minutos después a cargo de Juan Carlos Herreros y, al menos a mi, me pareció interesante). En la misma sala había una estantería con diferentes tableros donde se podían guardar las partidas de estrategia sin temor a que alguien las moviera (empecé a salivar) y una escalera de la que luego hablaré.

conferencia

Después me llevaron por un pasillo en una de cuyas paredes había un mapa enorme de, según me contaron, una partida de Warhamer Fantasy que habían jugado. El pasillo daba paso a varias salas. La primera estaba destinada a jugar a rol. En ese momento estaban jugando una partida (El Club de los Martes si no recuerdo mal) y no me pareció correcto pasar, pero tuve oportunidad de hacerlo por la tarde y además de múltiple decoración en forma de planos de mundos de fantasía, había una enorme estantería con juegos y novelas. Además, alguien se había molestado en poner etiquetas en todos los libros, así que sospecho que los prestan. El pasillo daba a una segunda sala dedicada a los juegos de figuras y de tablero. Como es imposible reseñar todo lo que vi, mejor una foto (eso sí, algo movida por la emoción):

sala wargames

La tercera sala a la que daba el pasillo estaba en proceso de acondicionamiento. En otras palabras, daba a los aseos, en un pequeño rincón tenía un espacio dedicado a una nevera y una cafetera y un trastero con mucho material adicional (mesas, tableros, sillas, etc.) que, amablemente, llamaron "nuestro sótano". Digo que la sala estaba en acondicionamiento porque, sospecho, no tardará mucho en ser también invadida para jugar.

El club me había gustado mucho y me deshice en halagos, pero me corrigieron diciendo: "si aún no has visto lo de arriba". ¡Arriba! y fue entonces cuando recordé la escalera que ya había visto. Esta daba a dos salas comunicadas una detrás de la otra. La primera era un taller de pintura y modelismo. Tenía un par de mesas con material para pintar y demás. La segunda sala, porque no tengo otra forma de describirla, era la sala D&D. Al menos, un fanático del D&D se lo pasaría como un enano (de D&D por supuesto) con esa estantería llena de figuras.

sala D&D

En esa sala hubo por la tarde una partida de D&D y sorprendía la edad media de los participantes (hacía que uno no se sintiera tan mayor). Por la tarde también hubo una partida de Comandos en la sala de rol y a la hora de marcharme (cerca de la media noche), empezaban una partida de Vampiro.

La mañana del Domingo la aproveché para hacer algo de turismo no rolero. El Ebro lleno a rebosar fue toda una imagen, el chocolate estaba muy bueno y me traje para casa los típicos adoquines de caramelo (mis viejos dientes lo lamentan). Sin embargo, una cosa me llamó mucho la atención. Fui a ver el antiguo foro romano de la ciudad. Está en una especie de sótano en la misma plaza que la Basílica del Pilar. Si eres minusválido o vas con el carrito de un niño, te bajan en un ascensor circular que desciende dando vueltas. Tuve que hacerle una foto a ese ascensor porque no dejé de pensar que iba a salir flotando y unirse con otros ascensores en el Senado de la República:

ascensor de la República

No se puede ir de turismo con jugadores de rol...

 

 

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Cita

«Por cierto, ¿su sastre le odia?»

Gigi Ciccerone