Llego hasta aquí
Halcón de Vaasur
Nadie recuerda ya qué chamán del pueblo del aire, tomo la decisión de capturar los espíritus del aire en un pequeño halcón de madera de unos pocos centímetros de tamaño. Si embargo, los Arwan, en su infinita sabiduría, han seguido utilizando este útil artefacto desde entonces.
Físicamente, no resalta por su especial pericia en la modelación, o diseño. Es un burdo tocón de madera que asemeja vagamente a un halcón de las montañas en las que acostumbran a habitar el pueblo arwan, un animal de unos dos metros de envergadura con las alas extendidas, y conocido por su tenacidad y fidelidad a su pareja. La madera en la que está tallada es un raro filón de un árbol de especial dureza que crece en las selvas del norte de Entrovia, conocido por parecer más un pedazo de carbón que madera. La especial consistencia del artefacto ha hecho que sobreviva a caídas que de otro modo, hechas en madera de peor calidad, se romperían sin remedio.
Las capacidades del artefacto son múltiples. Con un sencillo ritual que se compone de una frase y unos gestos con las manos, podemos invocar al espíritu del halcón que habita (o habitan) dentro, transformado el trozo de madera inerte en un imponente ejemplar de negro plumaje. Además de poseer todas las habilidades del animal, y ser total y absolutamente obediente a su invocador, posee otra cualidad. Permite ver, oír y en definitiva, sentir lo que el halcón siente, como si fuese el propio invocador el que lo estuviera experimentando. Esta transformación dura un máximo de cuatro puños. Si el halcón muere cuando está transformado, se pierde uno de los espíritus que lo animan permanentemente, (normalmente, al crearlo tiene un total de siete). Si es roto en su forma de madera, el artefacto es destruido irremisiblemente, no importa las "cargas" que tenga.