Vettera, en algún lugar del Ministerio del Exterior.

La sala de reuniones está en penumbra, únicamente iluminada por el holovídeo que se está reproduciendo sobre la mesa ovalada situada en el centro de la sala.

El holovídeo, de bastante mala calidad para los estándares de la R.F.P., muestra el planetizaje de una nave grande, de líneas suaves pero poderosas y preparadas para el vuelo atmosférico. También deja ver las torretas que no dejan de moverse y los lanzadores de torpedos, situados a lo largo de su costado fuertemente blindado.

En tierra, alrededor de la plataforma de aterrizaje, espera una especie de comité de los habitantes del planeta. Todos ellos visten ropas de pobre manufactura y parece que ninguno lleva ningún tipo de equipo electrónico, ni un simple emtradre.

Una vez que la nave finaliza su maniobra, se abre una plataforma en su panza que desciende lentamente hasta la superficie del planeta. En la plataforma se puede ver más de una docena de verrianos, casi todos ellos soldados fuertemente armados, que rodean a lo que parece ser un noble y un guardián armados más ligeramente.

En cuanto la plataforma llega al suelo, los verrianos descienden de ella y el comité de habitantes del planeta se inclina ante los recién llegados comenzando una lenta y sencilla ceremonia de bienvenida, que concluye satisfactoriamente para todos.

Poco después la plataforma vuelve a bajar, en esta ocasión llevando una serie de contenedores de carga sobre plataformas elevadoras y media docena de obreros verrianos que las operan. Cuando las plataformas elevadoras descienden entran en el plano varios vehículos de motor de combustión que llevan un gran número de contenedores de carga hasta las inmediaciones de la nave, y mediante una grúa que llevan incorporada colocan los contenedores en la plataforma y se retiran.

Tras otra corta ceremonia entre el comité del planeta y el noble, descienden de la nave más obreros verrianos que comienzan a cargar los contenedores de carga en la nave a gran velocidad mientras uno de los vehículos de motor de combustión se lleva los contenedores que han dejado sobre la plataforma los obreros verrianos.

Una vez finalizada la maniobra de carga se produce una tercera ceremonia, en esta ocasión de despedida y el noble verriano y su escolta regresan a su nave que poco después despega dejando atrás el planeta mientras el comité se separa y se aleja.

La iluminación de la sala se enciende automáticamente al finalizar el holovídeo y deja ver a los ocupantes de la sala, varios oficiales de la armada, y varios civiles que miran con curiosidad a un hombre vestido con ropas sencillas de civil.

- Bien, señores, lo que han visto ya lo conocían, se trata de una de las naves que los verrianos usan para cobrar su “tributo” a los habitantes de los planetas que se encuentran bajo su protección. – Al ver las expresiones de incertidumbre en la cara de sus interlocutores el hombre sonríe levemente. – Nada nuevo si lo vemos fuera de su contexto, pero en su contexto se vuelve mucho más importante, dado que esta grabación la ha dejado esta mañana sobre mi mesa el embajador de la Baronía Hassel, junto con las coordenadas SPE del planeta donde se ha realizado, con los saludos del nuevo Barón Hassel. El planeta está en el sistema Rovacae, en Frila.

- ¡Maldición! – Exclama uno de los oficiales de la armada. – Si se atreven a ir tan lejos solo puede significar que Martia está empezando a moverse otra vez.

Las características técnicas de la nave son:

Nave recolectora verriana