Llego hasta aquí
El uso de pinturas, por parte de las razas inteligentes de Pangea, es un hecho irrefutable, ya sea para celebraciones, rituales, caza, o la guerra. Se obtienen mezclando agua y grasas de animales, añadiéndole entonces un polvo del color deseado, que es obtenido al machacar diversos materiales como pueden ser insectos, minerales, vegetales, carbón... Suele ser un símbolo de estatus, e incluso una primitiva forma de diferenciarse de entre los demás, indicando de ese modo, la tribu a la que se puede pertenecer, y su ocupación. De entre todas las razas, la que ha conseguido una mayor maestría y dominio, tanto en patrones de dibujo, como en obtención de colores, son los dwandir, siendo difícil ver a uno de ellos sin alguna parte de su cuerpo pintada. Su uso incluye circunstancias y situaciones tan dispares como el viaje, el cortejo, la diplomacia, las pruebas físicas, la caza, la guerra, y aún más. No es raro, dados estos antecedentes, que los chamanes de este pueblo hayan ideado un fetiche asociado a las mismas.
Las pinturas de vaarani son, en realidad, unos cuencos (seis en total), creados por un poderoso chamán de tiempos pretéritos, quien les da el nombre. Suelen ser guardados celosamente por las tribus que han tenido la fortuna de conseguir uno, y por supuesto, nadie excepto sus más eminentes chamanes pueden hacer uso de ellos. Existen, no obstante, réplicas, o intentos de réplicas, mucho menos poderosas, que algunas veces, salen de los bosques dwandir, en dirección a algún grakin para cambiarlo por alguna mercancía valiosa. Sin embargo, no poseen ni por asomo el poder que poseen los seis cuencos originales.
Su uso, implica un fatigoso ritual de una duración de varias jornadas, en las cuales el chamán entra en un trance inducido a través de un cuidadoso consumo de hongos alucinógenos, privación de comida y sueño, proporcionando las condiciones idóneas para recibir la visión que busca. En esta fase, es importantísima la presencia de acólitos o chamanes de menor rango, para atender al ejecutante del ritual, asistiéndole en todo momento. Una vez recibidas las visiones, (que suele tomar entre tres y cinco días), el chamán procede a pintar los cuerpos de aquellos que, elegidos por sus preeminentes aptitudes para la tarea a llevar a cabo, han llevado a cabo un ritual de purificación previo, consistente en baños, ofrendas, consumo de un determinado tipo de alimentos… Una vez preparado todo, el chamán mezcla los colores en el cuenco, el cual imbuye de una fuerza mágica a las pinturas que en el se preparen. Suelen dibujarse figuras sencillas, como círculos, líneas, ondas, cruces… nunca nada demasiado complejo, en la cara, brazos, y torso. Los colores, son lo que verdaderamente determina que efecto van a tener sobre el usuario que porte los dibujos.
El Negro: Representa la muerte, o el luto. Suele usarse para pintar los cuerpos de los caídos, para preservar sus almas, antes del tránsito final, y habitualmente, a los familiares cercanos. Cuando se mezcla con el Amarillo y Rojo, colores nunca usados en solitario, representan la guerra, colores con los que se atavían los guerreros cuando entran en una batalla importante. Suele proporcionar un +6 a las habilidades ofensivas/defensivas una vez trabado el cuerpo a cuerpo, hasta que derroten a sus contrincantes, o seis turnos, lo que suceda antes. El color Azul o Naranja, nunca juntos, suelen dar un +6 a Nadar, o un +6 a Fondo o Sprint, respectivamente. Duran sus efectos un día, o hasta que se borren del cuerpo. El Verde y Marrón, usados para la caza, y el sigilo, son una combinación también muy típica, la cual proporciona un +6 a las habilidades de Maña, durante un día, o hasta que el portador es descubierto, que pasarán a proporcionar el efecto de unas pinturas normales. Por último, el Blanco, usado para viajes, diplomacia, o cortejo, proporcionan una tirada de suerte en ese día, (puede repetir una tirada fallida).
Existen más combinaciones de colores, pero sus efectos son más débiles, o meramente cosméticos.
Los cuencos que pueden adquirirse en grakins, no suelen proporcionar más de un +1 o +2 por encima de lo que dan las pinturas normales. En el caso de colores como el Azul o el Naranja, no duplican el efecto en absoluto.
Nota: las pinturas Vaarani, son un artefacto poderoso, y venerado, por lo que hay que ser muy merecedor de ello, o darse una causa muy excepcional, para su uso. No es fácil verlas en acción, al menos no de manera continua. Queda a discreción del narrador cuando sucede esa situación.