Llego hasta aquí
Kurt Reevos 'el serio'
Uno más de los descendientes de la diáspora europea hacia las tierras al oeste del Atlántico, donde los sueños podían ser realidad, Kurt Reevos, de familia de raíces centroeuropeas, es uno de los clichés que pueblan las inmensas tierras más allá de los Apalaches, alguien que ha crecido y madurado mirando el cielo estrellado cada noche, cabalgando siempre hacia un destino que parece no querer dejarse coger.
Los abuelos paternos llegaron a América sobre el año 1799, con un vástago de meses entre sus brazos. Como todos los emigrantes sudaron sangre para seguir adelante hasta el fin de sus días.
Su hijo, el padre de Kurt, decidió junto con su joven esposa en 1823 que la fortuna les aguardaba cruzando los Apalaches y como muchos compatriotas y otros emigrantes enfilaron su camino hacia el sudoeste. Yendo siempre más allá llegaron a las tierras de Tennessee, con un Kurt de unos 5 años, allá por el año 1832. Decidieron establecerse definitivamente.
Kurt, que ya empezaba a ser conocido como el Serio por su falta de simpatía y sonrisas, creció en un ambiente donde la lucha era diaria para poder sobrevivir, para extraer de la tierra algo con lo que alimentar la familia. Se curtió por fuera, y por dentro. Demostró no estar nunca por debajo de nadie, no era el que mandaba pero tampoco el mandado.
Y llegó un momento en su vida, como anteriormente le había pasado a sus padres, que las fronteras diarias de su entorno se le hicieron sencillamente insoportables. Con 18 años dijo a sus padres que se iba a buscar la vida. A trancas y barrancas consiguió llegar a unos cuantos pueblos lejos de su familia, robó un caballo y huyó hacia el norte.
Su camino inicialmente le llevó a conducir ganado por las tierras centrales, del que aprendió a ser aun más serio y menos gregario, a ser rápido con las armas y con la lengua. Durante sus primeros años de aventura en solitario llevó muchas reses de un lado a otro.
Harto del ir y venir decidió probar suerte trabajando en un rancho a las ordenes de un terrateniente. Llegó a ser capataz, para luego convertirse en el guardaespaldas del mandamás. La muerte de su jefe en una emboscada le dejó de la noche a la mañana sin trabajo. Sin trabajo y con la sensación de ser señalado como culpable de la muerte de su jefe por no saber protegerlo, reemprendió su ruta hacia el norte.
Durante esta época ha realizado cualquier trabajo, legal o ilegal, ya sea en el campo como en cualquier pueblo o ciudad. Ha entablado cierta amistad con los sioux desde que tras una persecución muy agitada perdió el control de su montura y cayó a un barranco donde hubiera muerto de no ser por unos sioux. Le recogieron, le llevaron a su campamento y le curaron las heridas. Pasó bastantes meses entre ellos, conviviendo como uno más, se desposó con una muchacha india, aprendió sus costumbres y algo su lengua,...
Pero como siempre en su vida llegó un momento que algo en su interior le dijo que su tiempo allí había acabado y que debía regresar al camino. Los dejó, también a su mujer, y volvió a emprender ruta. No ha dejado de volver a verles siempre que los pasos le llevan cerca, reconoce que les debe la vida.
En la actualidad lo puedes encontrar en una amplia zona que comprendería entre los estados de Dakota del Norte y del Sur, Minnesota, Wisconsin, Michigan y Iowa. Y puedes verlo como cazarrecompensas, o pistolero a sueldo, o ayudante de algún sheriff necesitado de refuerzos, o vuelve a conducir ganado, o...
La vida simplemente fluye, como el río, y solo hace falta unas nociones para navegar por ella. Hay que dejarse llevar por la corriente, adivinando a tiempo cuan intensa puede ser la corriente y si es necesario salir del río por un tiempo. Eso dice Kurt si te es posible entablar conversación en alguna barra de bar. Y no, no lo encontraras borracho; sabe que un beodo no puede defender su vida. Es simple cuestión de supervivencia.
Es innegable su ascendencia teutona; allí tienes delante de ti a un impresionante hombre de casi 1,90 metros con unos ojos azules intenso y rubio, rubio como el mismísimo sol. Pero una piel curtida por su vida siempre en los cielos abiertos; con una mirada que dirías que te esta hablando, o mejor que te esta escuchando, siempre, sin ninguna sonrisa ni ningún gesto que te haga suponer que es feliz.
Ficha
CUE: 8 | fue: 5 | vit: 6 | res: 7 |
DES: 7 | agi: 6 | coo: 7 | vel: 5 |
INT: 5 | mem: 4 | log: 3 | inv: 3 |
PRE: 5 | car: 4 | vol: 5 | apa: 5 |
INS: 6 | per: 6 | int: 6 | con: 5 |
Habilidad | Valor |
Montar | 12 |
Saltar | 7 |
Trepar | 5 |
Armas Blancas | 5 |
Escopeta | 7 |
Pelea | 10 |
Pistola/revolver | 12 |
Rifle | 10 |
Animales | 7 |
Idioma (Sioux) | 5 |
Animales | 6 |
Plantas | 5 |
Primeros Auxilios | 6 |
Supervivencia | 8 |
Cordelería | 8 |
Juego | 5 |
Hurtar | 5 |
Sigilo | 10 |
Avistar | 5 |
Orientación | 8 |
Rastrear | 8 |
Intimidar | 7 |
Capacidades especiales
Defectos- Rápido
- Reservado