La situación de la medicina en la Unión Pangaláctica atraviesa una de sus peores crisis. Si bien es cierto que no es una crisis homogénea en los planetas menos importantes sí es palpable. Los aioll no quieren que sus ciudadanos mueran. Necesitan de ellos para poder seguir avanzando en el afianzamiento de su nación. Presentan un valioso activo que no han de perder.
Entre las soluciones actuales han empezado a ofrecer lo que han dado en llamar Panaceas (consideran que es un buen gancho comercial) unos seres biotecnológicos que curan las dolencias y enfermedades del cuerpo sobre el que se encuentren. El resto de la galaxia ha renombrado estos bioartilugios con el colorido nombre de babosas médicas o babosas reparadoras.
Las babosas son unos seres de unos treinta centímetros de longitud y unos diez de grosor, de color negro oscuro. Tiene unos pedúnculos a lo largo del cuerpo que usan para detectar qué tipo de dolencia sufre el cuerpo que analizan y poder suministrarle la mejor cura. Sus cuerpos segregan jugos analgésicos, antibióticos o cualquier medicina que sea necesaria. Lo inyectan a través de los colmillos que tienen en la parte inferior de su cuerpo. Las personas que han sido tratadas por las babosas dicen que el mordisco es indoloro. Esto se debe a que antes la baba que segregan para arrastrarse tiene un fuerte efecto sedante sobre la piel. Las babosas siguen vivas tras la curación pero no pueden usarse durante unos meses ya que necesitan eliminar las toxinas y elementos dañinos que su cuerpo ha absorbido a base de excretarlo a través del proceso de alimentación.
Un tratamiento efectivo requiere que se usen entre tres y varias decenas dependiendo de la dolencia. No es lo mismo curar un simple resfriado o una laceración que una enfermedad vírica muy virulenta como el ébola.
Las babosas no necesitan mantenimiento y pueden vivir en libertad. No son especialmente dañinas para el medio ambiente y de hecho, son una buena fuente de alimento para animales como pájaros o pequeños mamíferos.
La reticencia para usarlas viene más por un rechazo cultural que por una razón objetiva como tal. A nadie le gusta que se arrastren unos bichillos babosos por el cuerpo. Pero lo cierto es que de entre toda la tecnología aioll esta es la más útil que han creado hasta la fecha.
Su coste es de unos 5 estándar, pero los aioll no las comercializan en realidad. Las sueltan y dejan que crezcan. En caso de necesitarlas, las recogen y las usan.
A efectos de juego, funcionan como un kit de primeros auxilios (página 270 del libro básico de EXO).