Nº: 164 . 3ª época. Año VI
Armas: T-34 Calliope Por: Juan Carlos Herreros Lucas
 
 
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T-34 Calliope

Estados Unidos comenzó el desarrollo de un lanzacohetes en 1943. Por aquella época ya se habían enfrentado a los Nebelwerfer alemanes y habían visto en acción a los Katiusha soviéticos. Considerando que los de sus aliados eran conocidos como "órganos de Stalin" no es extraño que decidieran llamar Calliope a los suyos (nota: calíope es el nombre de un instrumento similar al órgano clásico y accionado por vapor).

El primer modelo era capaz de lanzar 60 cohetes de 116 mm y no era más que una plataforma con los tubos de lanzamiento que se enganchaba en la torreta de un Sherman, como un metro por encima de ella. Que se usara este carro como plataforma del lanzacohetes es lógico porque había excedente de ellos. En los primeros modelos, el cañón del sherman se utilizaba para variar el ángulo del lanzacohetes (como se puede apreciar en la foto), pero eso se modificaría en los modelos siguientes.

A la unión del carro de combate con la plataforma se la denominó Sherman T-34, aunque, en realidad, T-34 es el nombre del lanzacohetes. Como hemos dicho tenía 60 tubos distribuidos en dos filas de 18 en la parte superior y otras dos de 12 en la inferior. El lanzador pesaba 835 kilos y los tubos eran de plástico. Lanzaba cohetes M8 de 114 mm estabilizados por aletas y con carga HE (alto explosivo). Los cohetes se accionaban por un mecanismo electrónico desde el interior de la torreta del tanque (un cable unía la torreta y el lanzador) y para cargarlo era necesario que los artilleros se subieran a la cubierta del motor y cargaran los tubos de uno en uno. Si el lanzacohetes estaba instalado, no se podía usar el arma principal del Sherman, pero tenían un mecanismo que permitía desenganchar el lanzador (hubiera o no disparado los cohetes) y liberar el cañón en caso de necesidad. El proceso era bastante rápido, aunque el lanzador quedaba bastante maltrecho tras esta expulsión de emergencia.

Más tarde se construiría una versión, T34E1, que llevaba dos filas de 14 tubos en la parte inferior y que eliminó la necesidad de unir el cañón del tanque al lanzador. De esta forma, el sherman T34E1 podía disparar su armamento principal sin deshacerse del lanzacohetes. También cambió los tubos de plástico por una aleación de magnesio y se mejoró el sistema de recarga para que fuera más rápido. Una mejora en el sistema de disparo daría nacimiento a la versión T34E2, que sería la que recibiría el sobrenombre de Calliope aunque hoy se utiliza este apodo para todos los modelos.

Se creyó que su presencia podría ayudar a limpiar las defensas de las playas de Normandía, pero al final no se utilizaron porque se temía que su altura les hiciera inestables en las lanchas de desembarco. No se volvió a pensar en ellos hasta finales de 1944 cuando se instalaron los lanzadores en el 743º batallón de tanques para ayudar a una ofensiva preparada para la 30ª división, pero la ofensiva alemana de las Ardenas truncó el plan y, al final, los T34 se desmontaron sin haber disparado un solo cohete.

Sí verían acción en 1945 con la 2ª, la 4ª, la 6ª, la 12ª y la 14ª división acorazada y con los 712º, 753º y 781º regimientos de tanques. Su presencia en estas unidades fue mínima y nunca se utilizaron en gran número (que habrían sido más efectivos). Al parecer los mandos estadounidenses los apreciaban por su capacidad de intimidar al enemigo. Dicen los informes que tenían un efecto desmoralizador similar a los tanques lanzallamas. De todas formas, no se utilizaron mucho. El ejército americano tenía alternativas disponibles: el bombardeo de alfombra o la artillería de gran calibre a nivel de cuerpo con la que los Calliope eran redundantes. Además, las tripulaciones de los carros de combate no les agradaba que les añadieran ese armatoste al carro: al aumentar la altura hacía que el carro fuera más visible y atractivo para el enemigo y, por otro lado, cambiaba su papel de fuerza acorazada a artillería.

Ya casi al final de la guerra, el cohete M8 fue reemplazado por el M16, que era más grande, más potente y tenía un alcance mayor (5 kilómetros). Los tubos pasaron a ser de 182 mm y se volvió al formato de 60 (18 + 18 + 12+ 12). A este nuevo lanzagranadas se le denominó T72, tenía los tubos más cortos y se cargaban por delante. No se conoce ninguna referencia de su uso en combate.

Un desarrollo final, conocido como T40, aunque oficializado como M17 Whizbang, cambió completamente el diseño del lanzagranadas y lo acercó a los lanzagranadas actuales que conocemos. Los tubos en vez de ser redondos, eran cuadrados y se montaban en dos filas de 10. Además, utilizaban una variante del cohete M16 diseñada para demoliciones. Es decir, el T40 estaba diseñado contra fortificaciones y no contra infantería. Aunque también se intentó usar en Normandía y en las ofensivas de finales de 1944, llegó tarde a las primeras y fue sorprendido por los ataques alemanes en las segundas. Solo entraría en acción en el norte de Italia y en los meses finales de la guerra.

 
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