Número: 40. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
La invasión de Noruega por parte de Alemania, que se anticipó a los británicos en unas pocas horas, encontró a una población (y un gobierno) sin apenas preparación. Noruega no deseaba participar en la guerra que se había desatado en Europa y tenían la creencia de que podrían permanecer neutrales gracias, entre otras cosas, al paraguas que suponía la Armada británica (a semejanza, en cierta medida, de lo que había pasado en la Primera Guerra Mundial), a su posición estratégica periférica (lejana al conflicto principal) y a su anunciada neutralidad.
El soldado noruego fue preparado para defender el territorio de posibles violaciones de su neutralidad: acciones navales en sus aguas territoriales, desembarcos ilegales de espías y agentes, tráfico ilegal de armas a través de sus fronteras, etc. Nunca imaginaron, ni se prepararon para ello, que deberían desarrollar una guerra a mayor escala para defender su integridad territorial. En Abril, en el momento del ataque alemán, el ejército noruego no estaba movilizado. Tan sólo había unos 7.000 soldados en el sur del país y algo menos de 5.000 en el norte.
Noruega llevaba 125 años de paz y su ejército era casi inexistente. Los mandos inferiores del ejército habían, prácticamente, dejado de existir a principio de los años 30 y los noruegos recibían un breve entrenamiento de poco más de 80 días (algunos menos). Los pocos profesionales que quedaban eran los mandos de alta graduación, los instructores de esos 80 días de servicio en el ejército y algunos mandos inferiores que permanecían en una escuela durante un año y luego servían en el ejército durante otro año (sólo uno). Las armas y el equipo estaban anticuados. Carecían de armas pesadas, subfusiles y granadas de mano. Los fusiles eran, en su mayoría, armas de caza, en la que los noruegos eran bastante expertos, que no estaban diseñadas para su uso en combate. Los únicos que recibían entrenamiento en el uso de las ametralladoras eran los oficiales. Así, en el ejército noruego se daba la curiosa situación de que el operario de la ametralladora era el mando de la unidad. Los uniformes, sin embargo, eran especialmente buenos para el clima noruego. En otras palabras, el soldado noruego de 1940 tenía una experiencia militar de apenas unos meses en el momento que se enfrentó a los alemanes.
(Ver nota final)
Nota final: Se indican los valores de la habilidad. Si alguna entrada incluye una fracción entre paréntesis tras el valor de la habilidad indica que no todos los soldados tendrán esa habilidad, sólo los indicados en el paréntesis. También pueden aparecer varios valores seguidos los últimos por una fracción entre paréntesis. Es decir 10; 25 (1/4) significa que uno de cada cuatro soldados tendrá 25 en esta habilidad y que 3 de cada 4 tendrán 10. Y también, 8; 15 (1/3); 20 (1/9) significa que de cada 9 soldados, uno tendrá 20, tres (9 x 1/3) tendrán 15 y cinco (el resto) tendrán 8.
Nota sobre idioma: el noruego, el sueco, el finés y el danés son idiomas muy semejantes y nos referimos a ellos de forma genérica como escandinavos. Un noruego podrá entenderse con un sueco y un finlandés sin excesivos problemas. El danés escrito y el noruego escrito son casi iguales, aunque ambas lenguas tienen fonéticas diferentes.