Número: 106. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Como saben los cuervos de Taga...
Las fuertes nevadas de las últimas jornadas han continuado en las montañas habitadas por los dwaldur y empieza a haber problemas de abastecimiento de alimentos. Las partidas de caza no pueden avanzar por el terreno nevado y las que lo consiguen no pueden encontrar piezas pues todas han bajado a los valles o a la llanura, alejándose de la nieve. Se teme que los dwaldur decidan imitarles lo que sin duda provocaría conflictos con los grakines de otras razas de esas zonas.
Varios asentamientos ogros han sucumbido al fuego en las últimas jornadas. Se cree que el origen podría estar en las tormentas de rayos procedentes del sur, pero se empieza a rumorear de la existencia de espíritus malignos que estarían vengándose de los ogros, algunos de cuyos miembros atacaron el grakin de los Helechos. La tribu de los Cortaorejas, sin embargo, no está entre las incendiadas, lo que pone freno a las especulaciones.
Las fuentes son confusas y contradictorias, pero es posible que los guerreros de Aguaclara se hayan topado con los responsables del ataque al mensajero enviado por Ursus. Se habla de una batalla con un grakin cercano y la incautación de muchas pieles, utensilios y esclavos. Las armas de brundio de los guerreros aguaclarianos han sido definitivas en el enfrentamiento, a pesar de encontrarse en inferioridad numérica. Maralo, el hijo de picapedrero del grakin, murió en la refriega. Otros dos están muy malheridos y se teme que no sobrevivirán al viaje de vuelta.
Aunque aún se encuentra débil, varios visitantes del grakin afirman haberla visto en pie y fuera de su estancia. Tiene la tez más pálida y el pelo se le ha vuelto blanco, pero su mirada es firme y poderosa. Las viejas del lugar aseguran que ha combatido contra el wukran y ha vencido y que ahora es una persona sabia. Sus primeras palabras para el jefe del grakin fueron: "el invierno será largo".
Todas las noticias comentadas por el Sabio del Desierto han sido grabadas en la estela y son para el juego Pangea. Los Guardianes de la Roca recorren los caminos y los grakines de esta tierra primigenia y le notifican los acontecimientos al viejo tallador. Todas ellas son fruto de las partidas realizadas por los jugadores de Pangea o por el equipo creativo de la propia editorial. El viejo chamán las cuenta en las noches en torno al hogar con la intención de dar puntos de apoyo a la continuación o al desarrollo de las partidas. Si quieres comunicarnos alguna noticia sucedida en tu mesa de juego, envíanos un mail.