Editorial: Ediciones Epicismo.
Autor: Tomás Lozano y Rubén Ovejero.
Tipo: Básico.
Línea: Iluminados.
Encuadernación: rústica-color.
Nº de páginas: 20.
Interior en: color.
ISBN: EE0004.
P.V.P.: 20,00 euros.
En catálogo desde: .
Clave interna: EE0004.
Iluminados es un juego de rol que nos sitúa en un mundo ficticio donde Dios se ha cansado de dar oportunidades a la Humanidad. Ha ordenado a sus arcángeles recoger las 144.000 almas puras que quedaban en la Tierra y cerrado definitivamente las puertas del Cielo. Tras esto ha roto los sellos que retenían a unos seres, mitad ángeles, mitad demonios, conocidos en los textos bíblicos como los cuatro Jinetes, cuyo objetivo es la destrucción de toda la creación. Los Jinetes, todavía muy débiles para materializarse, se valen de diversas criaturas que generan el caos a su paso, aumentando gracias a ello el poder de sus señores quienes muy pronto podrán por sí solos erradicar la corrupción en que se ha convertido la creación del Todopoderoso.
Tres son los arcángeles que se han atrevido a contrariar a Dios y desertado de las huestes celestiales; Miguel, Rafael y Gabriel. Ellos buscan entre los humanos personas extraordinarias, dispuestas a sacrificarse por los demás, para otorgarles poderes que les permitan enfrentarse a las abominaciones apocalípticas mientras además intentan evitar que Satán saque partido de la situación. A estos humanos dotados de poderes se los conoce con el nombre de iluminados. De ellos y solo de ellos depende la salvación de la Humanidad.
Una sombra pasea en la noche por los oscuros callejones de la ciudad. Se llama Gerard. No recuerda nada de su vida anterior más allá del momento en el que un ser que irradiaba luz y tranquilidad le dijo que sería un elegido para salvar a la humanidad, que sería un iluminado. No sabía de dónde era, ni si tenía amigos o familia; fue como volver a nacer.
Con el tiempo comprendió lo que aquel ser luminoso le había dicho. Su misión era acabar con criaturas malvadas y extrañas desconocidas por él hasta ese momento. En ocasiones se preguntó si había enloquecido, si todo aquello era verdad o tan solo producto de su imaginación. Pero esos seres existían y Gerard pronto se dio cuenta de que era capaz de enfrentarlos y vencerlos. Desde entonces aquellas criaturas formaron parte de su rutina, las seguía de forma inconsciente, involuntaria, como si algo guiara sus pasos.
Se acostumbró con rapidez a su nueva vida. Fue experimentando y mejorando en su "trabajo". Cuando volvió a ver a ese ser luminoso supo que había sido puesto a prueba por éste y que había superado las expectativas previstas. Pero lo más sorprendente era que ese ser no era otro que el arcángel San Miguel, el antaño brazo justiciero del Señor que ahora se había vuelto contra los deseos de su padre en una misión que se antojaba imposible: frenar el Apocalipsis. Gerard formaba parte de sus huestes, era un iluminado, San Miguel su líder y Dios su enemigo. Se sintió orgulloso y preocupado a partes iguales. Si él era el único, el peso de la responsabilidad era tan grande como mínimas sus opciones de victoria.
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© Distribuciones Sombra, jueves, 21 de noviembre de 2024