Tres años de la segunda palma de la primera columna de la estela del gato de agua
Como saben los cuervos de Taga…
El Ojo del Cielo
Tres personas se reúnen en los altos del Este. La más grande y fuerte de ellas es Ursus, responsable del grakin de Aguaclara; la de mediana altura es Luz de Druma de pelo blanco, conocida chaman desde Balora a Tamora y el pequeño es Muo, un héroe entre los suyos. Frente a ellos está un cuarto ser, se llama Sabaal, aunque lo conocen como el Destructor de Mundos, va vestido con una piel de serpiente que quizás acabe de cazar y en sus manos lleva una vara ceremonial rematada con cuentas de cascabeles; muchas serpientes han muerto para hacer ese cayado.
El cielo está cubierto de nubes sobre sus cabezas; son oscuras y parecen ser una amenaza de una próxima tormenta. Pero sobre ellas, mientras los cascabeles de Sabaal resuenan en el silencio, empieza a verse una luz que no es la del sol pues este aún se ve a un puño del horizonte. La luz se va haciendo más grande y más intensa y su color anaranjado se torna rojo. Solo cuando alcanza el tamaño de una palma parece detenerse y ahí se queda, como ojo, que los escruta. Sigue leyendo