Arte en EXO
Holoformas Trípticas
Hall central de las oficinas principales de la corporación Hegaton. 10 de Selaku, 9:58
En cuestión de imagen empresarial hay una máxima estética básica: "No eres una empresa importante si no dispones de una holoforma tríptica en el vestíbulo". Esto ha hecho que, junto con las microbiosferas, sea la decoración más habitual en todos los lugares en los que se dispone de un mínimo de espacio.
Las holoformas tripticas son una evolución del arte de la escultura y se sustentan en la capacidad para transformar las longitudes de onda de la luz que posee el fotogel al solidificarse. El uso de herramientas adecuadas y aditivos concretos permiten que dichas transformaciones se produzcan de forma controlada, y que en distintos puntos de una misma masa de fotogel, para una dirección de la luz y una longitud de onda concreta, la modificación quede fijada a la longitud de onda requerida por el artista y en una determinada desviación del haz. El resultado de este proceso habitualmente genera una masa que, al iluminarla desde distintos puntos y con diferentes tipos de luz, presenta un aspecto cambiante.
La aplicación de esta técnica artística ha sido aplicada a casi todas las corrientes artísticas, desde el ensimismalismo, generalmente con obras en las que solo se aprecian colores cambiantes con ciertos patrones, hasta el galactocostumbrismo, para el que toma una nueva dimensión al permitir representar mediante cambios de luz escenas que, dentro de su inherente situación estática, presentan cierto movimiento.
Las obras más importantes de este género, de creadores como Sean Klax (2978-3090) o Victor Viegermayer (3250-3311), suelen encontrarse en museos o en posesión de algunas megacorporaciones como la Hégaton, bajo fuertes medidas de seguridad. Sin embargo, la proliferación de estas obras es tal que pueden verse en cualquier lugar, desde plazas públicas, en las que la obra va cambiando con el movimiento relativo de la estrella del sistema, hasta en discotecas, en las que burdas obras "bailan" al ritmo de la música y las luces cambiantes.
Su precio suele estar relacionado tanto con su calidad como con su tamaño. Pueden encontrarse obras de 20 o 30 cm, que solo se pueden observar bajo un par de enfoques de luz, y con un precio del orden de los 40 estándares o incluso menos, hasta obras del tamaño de edificios y de valor incalculable.
Se estima que la obra más cara existente es la que alberga el hall interior de las oficinas centrales de la Hégaton Multiestelar; con una altura de quince plantas es una de las últimas obras realizadas por Viegermayer, a la cual dedico 6 años, y representa de una forma abstracta la evolución de la compañía. Su variación se realiza mediante el filtrado de la luz natural desde la bóveda superior del edificio, también cubierta con fotogel, y su variación continua tiene como duración la del año local del planeta.
En Vettera se celebra todos los años, coincidiendo su comienzo con el Día de la Paz, y prolongándose hasta el 12 de Lopeku, una gran exposición en la que los aspirantes a "nuevos talentos", procedentes de toda la R.F.P. e incluso de otras naciones, muestran sus obras.
Este año, sorprendentemente y causando gran expectación y temor, ha manifestado su intención de presentar su obra Ngree'ki'ha, un noble Verriano que actualmente está siendo investigado para comprobar si es seguro permitirle participar y acceder al espacio de la R.F.P.
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