El Arca de Noe
Es bien conocido en todo Cunia la afición por las mascotas exóticas de algunos de los magnates de la ciudad. Hay quien no se conforma con grandes perros de presa o raros especímenes de gato. Desde acuarios llenos de pirañas hasta espectaculares ejemplares de panteras negras, Los caprichos de los grandes capos de la ciudad no conocen límites. Sin embargo, conseguir esta clase de especímenes no es tarea sencilla, al menos si no conoces a la persona indicada.
Contactar con Noé no es fácil. Nadie sabe cuál es su nombre real ni su paradero. Además, con la reforma de la nueva ley de protección animal, Noé se ha visto obligado a aumentar aún más las precauciones. No hay una manera exacta de dar con él. Por lo general es Noé quien se pone en contacto con sus clientes. El como sabe quienes pueden ser clientes potenciales es un misterio, aunque se cree que obtiene información sobre los gustos y deseos de los miembros de la clase alta en fiestas y celebraciones privadas a las que asiste con otro sobrenombre.
Algunos de los animales que vende son criados por el mismo en una finca a las afueras de la ciudad, en la carretera dirección Valencia. Otros, los trae de contrabando en barco, directamente de sus países natales, fruto, en muchas ocasiones, de la caza furtiva. Una vez en España, Noé cuenta con contactos en las altas esferas para que la mercancía entre a la ciudad sin una revisión previa.
La verdad tras el negocio.
El nombre real de Noe es José Espinosa Reina, doctor en biología y dueño de una tienda de animales exóticos durante muchos años hasta que cerró en 2006. En realidad hay miembros de la policía que si conocen la identidad de Noé, sin embargo este goza de protección en sus fechorías a cambio de información sobre los magnates y las altas esferas de Cunia. Desde luego, si en algún momento esta información saliera a la luz, los negocios de José se irían al traste (y posiblemente también su vida, por chivato) y con ellos un importante informador para la policía.
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