Los danzarines de la winkana
De todos los colectivos trashumantes de Pangea, los danzarines de la winkana son uno de los más numerosos. Se podría decir, sin caer en la exageración, que son un grakin en movimiento, organizado y jerarquizado en torno a los danzarines. Hay dos núcleos, los exploradores que viajan por delante anunciando la llegada del grupo y llegando a acuerdo con los grakines donde se va a actuar; y los danzarines propiamente dichos donde viajan no solo los protagonistas del espectáculos, sino los músicos, los porteadores, los cazadores, los recolectores y un buen número de niños y bestias de carga.
Cuando esta agrupación llega a un grakin se queda, al menos, tres días. El primero es la llegada y acondicionamiento del recinto, el segundo es el espectáculo (por la noche) y en el tercero salen los exploradores mientras el resto del grupo descansa. Este tercer día es el momento en el que los danzarines de winkana confraternizan más con la población local, hay comercio, charlas y, en ocasiones, encuentros sexuales. Los niños que acompañan al grupo son hijos nacidos en estos terceros días. En la mayoría de los casos la madre forma parte de la agrupación y otros los han recogido al pasar por el mismo grakin pasados los años.
Cuando bailan, los danzarines cubren sus cuerpos con tocados hechos de paja, madera y elementos vegetales. Imitan animales o deidades de la naturaleza a las que representan en sus danzas. El espectáculo empieza al atardecer, a menos de un puño del anochecer y se prolonga hasta bien entrada la noche. Sus danzas son frenéticas, agresivas y agotadoras y van acompañadas de música de percusión que, escuchada a lo lejos, retruena como una tormenta.
Entrar en los danzarines, salvo que seas un niño nacido de uno de ellos, no es fácil, pero si se demuestra tener aptitudes para la danza o la música, el grupo le hará un grupo. No recogen viajeros ni permiten que les acompañen un rato. Son bastante celosos de sus secretos y no los compartirán con nadie. En el grupo no hay ancianos y eso ha desatado muchos rumores: desde que se los comen a que tienen un grakin secreto donde los heridos y los ancianos esperan la llegada anual del grupo.
Nunca bailan con público en la noche de la winkana. Esa noche la reservan para ellos y en el espectáculo, que dicen que es el mejor que hacen, participa todo el grupo, bailarines, músicos y acompañantes. No se trata de participar con arte, sino con espíritu. Es una especie de comunión que los une como grupo. El chamán guía a los danzarines hasta que la noche termina.
Tampoco bailan en la noche de la morkana. Los exploradores nunca aceptan un contrato si eso les obligara a bailar en la morkana. Prefieren quedarse un día más y bailar otra noche.
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