Nº: 247 . 3ª época. Año VI
General: La Urdimbre Por: Nacho Conesa
 
 
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La Urdimbre

¿Qué es la magia?

La magia en Eriloe está íntimamente imbricada en la estructura básica de toda la materia. Ya antes de la guerra de los Portales, el desgarrador conflicto que expulso a los dioses y a los magos del Eriloe, y acabo con todas las criaturas mágicas del mundo conocido, los metafísicos descubrieron que existe una unidad mínima de la materia, llamada átomo. Las relaciones entre los átomos se gobiernan por una serie de leyes naturales que todos conocemos. Así los átomos del hierro pesan más que los de la madera, y las corrientes de aire levantan la materia más liviana.

No obstante, bajo ciertas circunstancias estas leyes básicas pueden ser cambiadas. Esto es lo que vulgarmente se conoce como 'magia'. Los primeros filósofos arcanos observaron que cuando la magia hacía su aparición las mentes preparadas percibían en el ambiente unas partículas levemente brillantes que rutilaban alrededor de los efectos mágicos. Estás partículas recibieron el nombre de 'magiones'. A los ojos del observador adecuado los magiones se presentan en conjunto como una enorme red que une sutilmente todas las cosas. Esta estructura es lo que conocemos como La Urdimbre. Esta estructura no es uniforme en todas partes. La forma en la que los magiones fluyen por la red varía según la cercanía al Vacío (en el Vacío el flujo es más intenso) y también se concentra en determinados lugares por motivos que actualmente se desconocen.

Los filósofos postularon que estos magiones son los responsables de dictar cuales son las leyes naturales de un determinado proceso. En su forma básica los magiones son imperceptibles por el observador no entrenado. Se dice que entonces están en su estado en reposo. No obstante, una fuerte voluntad, debidamente condicionada, puede enlazar los magiones propios con la Urdimbre, tirar de un hilo de esta y provocar un fenómeno a cientos de metros de distancia, cambiando de esta forma las leyes de la naturaleza a su antojo.

[F]La Urdimbre. Imagen de www.publicdomainpictures.net y modificada con Gemini.

Cualquier alteración en la Urdimbre indicará el uso de magia. Es como un vaso lleno de agua. El agua se repartirá uniformemente por todo el volumen que ocupa dentro del vaso. Si alguien introdujera una cucharilla, diera un par de vueltas y la retirara, el agua continuaría moviéndose durante un rato, aunque al final se pararía. Si antes de pararse, una segunda persona mirara el vaso, podría saber que alguien ha estado trasteando por con el agua, incluso, si su experiencia es alta, sabría qué es lo que ha podido pasar gracias al movimiento residual del líquido. Con la magia sucede lo mismo. Un mago que entrara en una zona detectaría inmediatamente si el tejido la Urdimbre está alterado, percibiendo una especie de brillo a su alrededor.

Es importante señalar que la urdimbre no puede permanecer en su estado excitado indefinidamente, ya que su estado natural es el reposo. Cualquier efecto mágico que no responda a las leyes naturales primarias se desvanece con el paso del tiempo. De todas maneras, bajo ciertas circunstancias, es posible una prolongación indefinida de un efecto mágico. Para ello es necesario donar parte de la esencia propia al efecto mágico producido. Esta esencia alimentará el efecto.

En otro orden de cosas, diversos experimentos clarificaron que el 'brillo' de los magiones no era de la misma naturaleza que el brillo de la luz. Los magiones no se ven reflejados por los espejos, ni conducidos por los prismas de cristal ni producen reacción alguna en ciertas sustancias sensibles a la luz. No obstante, un magosensible nombre por el que se conoce a aquel que es capaz de percibir los magiones, necesita de contacto ocular para poder 'verlos'. Además, un obstáculo opaco impide la percepción de los magiones. Este extraño comportamiento ha puesto en jaque a varias escuelas de metafísicos. La explicación que mejor acogida tiene en el mundo académico es que realmente los magiones son percibidos directamente por la mente que necesita apoyarse en un estímulo ocular para poder 'creerse' que 've' a los magiones.

Los Urdidores.

Es difícil determinar cuáles son las causas que hacen a una persona magosensible. Las personas dotadas suelen tener extraños sueños y pesadillas en las que una fuerza extraña toma el control de sus vidas. Se ven a sí mismos volando a velocidades imposibles o cambiando a voluntad la forma de las cosas. Estas gentes suelen tener sueños inquietos dando voces y alaridos en lenguas extrañas, lo que suele levantar la suspicacia de la gente.

Normalmente la realización de la magia está restringida a aquellos que son magosensibles. Únicamente cuando se descubre la existencia de los magiones se tiene la comprensión necesaria como para poder alterarlos. De vez en cuando, algunas personas pueden hacer algo más que percibir las alteraciones de la Urdimbre, pueden alterarla, convirtiéndose en lo que, un poco despectivamente se conoce como Urdidores o, más académicamente, como Manipuladores de magiones. Realizar magia es un proceso agotador. Requiere ir modificando poco a poco la Urdimbre para producir el efecto deseado, acumulando magia en el propio cuerpo hasta que se cree que se ha acumulado la suficiente, momento en el que se libera para producir el efecto deseado. Si se libera la magia demasiado pronto, la esencia propia será arrastrada por la Urdimbre, dañando internamente al lanzador. Si se acumula demasiada, la tensión metal de manipular el exceso de flujo afecta a la estabilidad mental del sujeto.

No existe una única vía con la que adquirir la disciplina necesaria para realizar este proceso. En la época previa a la Guerra de los Portales había dos caminos para alcanzar este estado superior de consciencia. La primera vía era el estudio. Mediante continuas y profundas investigaciones de las leyes naturales una persona es capaz de entrever la influencia de la Urdimbre en el devenir de las mismas. Es una vía de experimentación y enseñanza que no garantiza un resultado satisfactorio. Esta es la vía que seguían los magos. La segunda vía era la iluminación. Mediante la introspección y la asunción de estrictos códigos de conducta y creencias morales el estudioso adquiere una mejor compresión de su propio yo, entrando en conexión con los magiones de su esencia. Gracias a esta conexión puede percibir la Urdimbre del medioambiente. Este camino era seguido por los clérigos y sacerdotes. Tras la Guerra de los Portales, ambas vías cayeron en desuso y en concreto la de la iluminación está prácticamente extinguida. Existen además multitud de vías secundarias, que sería muy dilatado tratar en este artículo. No obstante, todas pasan por un profundo conocimiento de uno mismo o de su entorno o una férrea voluntad y dedicación.

Los Fieles.

Existe otra forma de hacer magia, más sutil si cabe y es a través de la devoción a los héroes (23142 Ver), también conocida como magia colectiva. Tengamos en cuenta que Eriloe es un mundo eminentemente mágico, la urdimbre permea toda la realidad y la afecta. Todo eriolita está conectado a la Urdimbre y puede, de forma subconsciente, afectarla. Como comentamos, hace falta una férrea fuerza de voluntad para alterar los magiones del entorno directamente, voluntad que el común de los mortales está lejos de poseer. Pero el subconsciente colectivo es poderoso, y la suma de muchos guijarros puede construir una montaña. Así, cuando un grupo muy numeroso de gente cree en algo, puede llegar a suceder, aunque siempre hace falta la intervención de un individuo para poner en marcha el cambio. Tras la desaparición de la religión a los dioses, las únicas creencias generalizadas son aquellas ligadas a la veneración a los héroes. Una persona que siga estas creencias puede conseguir de forma inconsciente emplear la magia colectiva para emular las hazanas del héroe en cuestión. Así, un devoto de Join Mater podría entender un texto en un idioma completamente desconocido, o conseguir orientarse en un territorio inexplorado. Estas proezas se realizan siempre de forma inconsciente y se racionalizan como conseguidas gracias a la dedicación, al entrenamiento o la simple suerte.

Esta forma de hacer magia es relativamente nueva, ya que existe solo tras la Guerra de los Portales, por lo que no se ha podido estudiar en profundidad. Tan solo Guris del Lago, del oráculo de Malvef, realizó una serie de experimentos que le llevaron a la conclusión de la ineludible necesidad de que, para poder acceder al poder mágico de la magia colectiva, tenía que ser de forma subconsciente. Concluyó que manejar esa cantidad de poder destrozaría la salud mental de cualquiera y solo de forma instintiva podía abordarse esa proeza.

Sea como fuere, no todos los que veneran a los héroes pueden acceder a la magia colectiva, ni tan siquiera aquellos enteramente dedicados a la veneración, como los avatares. La falta de un estudio riguroso no permite desvelar la incógnita de qué es lo que permite a un fiel determinado ser capaz de alterar la urdimbre

Un caso especial de fieles lo constituyen los druidas. Algunos de ellos pueden acceder a la magia colectiva, pero a través de su devoción a la naturaleza en lugar de una figura del pasado. El Círculo Interno de la Academia Join Mater en Cargrum tiene la sospecha de que entre la alta jerarquía de los druidas de Thoriel hay algún urdidor, pero es algo que difícilmente podrán demostrar algún día.

 
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