Nº: 244 . 3ª época. Año VI
Aviación: Grand Slam, bomba sísmica Por: Juan Carlos Herreros Lucas
 
 
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Grand Slam

Bomba sísmica

Corría el año 1943 cuando los británicos se dieron cuenta que la bomba más grande que tenían en su arsenal, la Tallboy, era insuficiente contra algunas construcciones. Esta tenía 4,5 toneladas de peso, pero era insuficiente contra alguna de las grandes construcciones de hormigón de los alemanes. Por ejemplo, las dársenas de submarinos de la costa francesa y alemana. Es por ello que decidieron encargarle a Barnes Wallis, diseñador de la Tallboy, una bomba de más del doble del peso de su predecesora. Este hombre se puso a la tarea con ilusión porque su diseño original para la Tallboy era parecido a las especificaciones de la nueva bomba, pero, en su día, le recortaron las pretensiones.

[F] Una bomba Tallboy (la pequeña de las dos) en el museo Brooklands. Fotografía de Murgatroy49 CC BY 4.0.

Dada su capacidad de destrucción, la bomba entró en la categoría de bombas sísmicas que la Tallboy había inaugurado. Originalmente se llamó Gran Tallboy, pero el nombre se filtró a la prensa y el proyecto pasó a llamarse Grand Slam.

[F]Colocando las bombas Grand Slam en una base aérea de la RAF. Imagen de dominio público.

Barnes Wallis se aprovechó de la experiencia obtenida con la Tallboy y ambas bombas son muy similares (a excepción del tamaño). Tiene forma aerodinámica estilizada hacia la cola. Esto se hizo así porque como están destinadas a lanzarse desde un avión (impulsadas por su propio peso) se requiere que no se frenen con el aire. Además, las aletas de la cola tienen una desviación de 5º con respecto a la vertical. Esto hace que la bomba gire sobre su eje lo que facilita la precisión y aumenta la velocidad de caída. La bomba se diseñó para que su velocidad terminal fuera de 320 m/s. Esto está muy cerca de la velocidad del sonido y se han documentado casos de bombas que lo llegaron a superar. Con esa increíble velocidad, la bomba era capaz de atravesar 40 metros en el suelo antes de explotar causando un terremoto (de ahí su nombre). Las bombas se tenían que lanzar desde 6700 metros de altitud como mínimo (para que alcanzaran toda su velocidad), pero esta altitud reducía su precisión.

La carcasa de acero exterior era bastante gruesa para poder resistir el impacto contra superficies duras (la de las fortificaciones para la que estaba diseñada). Se fabricaba en una sola pieza en moldes a la arena perdida con carcasas de hormigón. Ese regruesamiento de la pared de la carcasa hizo que se redujera el espacio destinado al explosivo, pero los británico optaron por el torpex (RDX + TNT + Aluminio pulverizado) que tenía una potencia un 50% superior al TNT. Este explosivo tenía una fabricación lenta y como la bomba se iba llenando por porciones, había que esperar a que coagulara y enfriara la anterior antes de echar la siguiente. Se tardaba como un mes en llenar una bomba. Esto hizo que las bombas Grand Slam no fueran muy numerosas. Se construyeron un centenar, pero solo llegaron a utilizarse 42.

[F]Un Avro Lancaster B mk I. Se puede observar la Grand Slam sobresaliendo por debajo del fuselaje. Fotografía de dominio público.

Debido al peso de la bomba (10 toneladas) solo un avión británico era capaz de transportarla: el Avro Lancaster, pero hubo que hacer un modelo especial (Avro Lancaster B mk I) para llevarlas. Se construyeron 32 aviones de este modelo y se diferenciaba del básico en que tenía motores más potentes, se suprimieron algunas torretas para aligerarlo de peso y se le retiraron las compuertas de la bodega de bombas para que la bomba entrara.

[F]Destrucción de una Grand Slam en el búnker de submarinos de Valentine. Imagen de dominio público.

Entraron en servicio en marzo de 1945 lanzándose la primera bomba (junto a algunas Tallboy) contra el viaducto ferroviario de Schildesche. Unos cien metros del viaducto se derrumbaron y murieron 50 personas. Siguieron varios ataques más a puentes y viaductos del ferrocarril, pero el 27 de marzo se utilizó contra el refugio de submarinos de Valentin. Dos bombas impactaron atravesando 4,5 metros de hormigón y haciendo un agujero de 8 metros de diámetro al explotar. Aquella acción inutilizó el refugio. Al mes siguiente haría lo mismo con los refugios de submarinos de Hamburgo y la artillería costera de Heligoland.

 
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