Cristino García Granda

Fogonero y guerrillero

[F]Fotografía de autor desconocido (circa 1923). "Cristino García Granda". Imagen en dominio público

A pesar de su nacionalidad española, este personaje podría perfectamente suscribirse al apartado de franceses. En especial, porque su participación en la II Guerra Mundial fue en la resistencia francesa y recibió amplio reconocimiento en dicho país. Aunque, como algunos autores, podemos considerar la Guerra Civil Española como una parte inicial de la II Guerra Mundial, por su dimensión internacional.

Así pues, comenzaría su historia con el amotinamiento del al tripulación del buque Luis Adaro, anclado en Sevilla el 18 de julio de 1936 al comienzo de la Guerra de España. La trtripulación decidió ponerse del lado del gobierno de la República y dirigir el buque al bando republicano, en concreto a Gijón. En dicho barco trabajaba de fogonero el asturiano Cristino García Granda, miembro del Partido Comunista de España y sindicalista que se integraría en el Ejército Guerrillero del gobierno de la República, convirtiéndose en jefe del batallón 46 de mineros, donde adquiriría experiencia militar participando en el hostigamiento de la retaguardia enemiga. Con la ruptura del frente fue trasladado por los ingleses a Francia, desde donde volvió a entrar en España para luchar en Barcelona como parte de la 235ª Brigada del XIV Cuerpo de Ejército Guerrillero, una unidad de élite dedicado a sabotaje, espionaje y asaltos nocturnos. Con la victoria del bando golpista, Cristino fue camino del exilio junto a muchos compañeros en 1939.

Cuando Francia fue ocupada por los alemanes, los exiliados provenientes de países con gobiernos aliados del alemán fueron perseguidos e internados en campos, Cristino entre ellos. Tras once meses en el campo, se le envió a trabajar en las minas de carbón de Gard, pasando a forma parte de la directiva del PCE en el exilio. Desde ahí, a raíz de la invasión nazi de la URRSS, se integraría en la creación del XIV Cuerpo Guerrillero que operaría en Francia durante la II Guerra Mundial, dentro de la Unión Nacional Española promovida por el mismo Partido Comunista.

Muchas son las acciones de esta División que podrían convertirse en una aventura de Comandos de Guerra en la que los personajes podrían encontrarse con Cristino o estar a sus órdenes. Actuó sobre todo en acciones de sabotaje, embocadas a las tropas alemanas, destrucción de campos minados, robo de armas, derribo de postes eléctricos, descarrilamientos de trenes, destrucción de pozos de minas, etc. Se dice que la producción minera de la zona fue muy afectada por sus acciones. A modo de ejemplo que podríais usar como aventura de juego está el asalto a la mina de la "Roche-Belle" al mando de 20 guerrilleros. Tras evacuar a todo el personal, la hicieron volar por los aires con dinamita.

Cristino llegó al mando de la 21ª Brigada de guerrilleros, que actuó en la región de Gard desde marzo de 1.943 hasta enero de 1.944. Luego tendría el mando de la 3ª División, que actuaba en las regiones de Gard, Ardèche y Lozère, desde enero hasta agosto de 1.944. Este fue el año más famoso de su actividad, con la liberación de presos políticos en Nimes el 4 de febrero, la toma de Foix el 19 de agosto o la Batalla de la Madelaine del 22 al 24 de agosto.

Liberada Francia, Cristino se integraría en el maqui español, los guerrilleros que cruzarían los Pirineos para combatir el fascismo de vuelta en su patria. Bajo el paraguas del Centro General de Resistencia y de la Agrupación Guerrillera de la Zona Centro, participaría en varios ataques a intereses del régimen franquista hasta que en octubre de 1945 fue apresado por la policía.

Su posterior condena a muerte produjo el rechazo internacional pero Francia, el país con más motivos para defenderle, se mostró tibio. De Gaulle estaba en buenas relaciones con el gobierno de Franco y además quería evitar el protagonismo político de anarquistas, comunistas y socialistas, su oposición política.

Aún así, la Asamblea Nacional Constituyente francesa aprobó mostrar su rechazo a la ejecución. Desde pocos días después de la muerte de Cristino y hasta marzo de 1948, la frontera entre Francia y España estuvo cerrada. A título póstumo, Francia aprobó varios reconocimientos a los voluntarios extranjeros que lucharon con la resistencia francesa, entre ellos a García Granda, que llegó a recibir la Cruz de Guerra con estrella de plata y el grado de Héroe Nacional de Francia.