Estado de los Altos Elfos I
Descripción
Si Thoriel se considera el lugar de origen de los elfos, el Estado de los Altos Elfos, o Saralienlür por su nombre tradicional, se jacta de ser el origen cultural de esta raza. Fue aquí donde se desarrolló por primera vez el sistema de casa nobiliarias que luego se expandió por Cargrum, Thoriel y, en cierta medida, Shad Irhm. La Guerra de los Portales primero, y la anexión al Imperio Federal después, supuso un fuerte cambio en esta estructura social, pero sus mimbres aún permanecen visibles a aquellos que sepan encontrarlos.
Capital: Lo más parecido a una capital es Saralienlis.
Población: 235.672 (95% elfos, 2% humanos, 2% enanos, 1% otros)
Gobierno: Secreto
Importaciones: Minerales y objetos de lujo.
Exportaciones: Alimentos, madera e industria textil.
Terreno
Ubicación
El Estado de los Altos Elfos está ubicado en la Isla Central, en mitad del Vacío Interior. Limita a norte con el Antiguo Reino, a poniente con el reino de Ulad y al sur y levante con el Vacío Interior.
División geográfica
Dos accidentes geógraficos separan a los Altos Elfos de sus vecinos. Por su frontera nor-levantina nos encontramos las montañas Filion, una cadena secundaria y casi paralela a los imponentes Montes del Norte, ya en Antiguo Reino. Su frontera poniente con Ulad corre prácticamente coincidente con el alargado y serpenteante rio Fenil, que nace en la sierra de Cerad, dentro de Ulad. También de en esta sierra nace el rio Tarlion, que toma un rumbo levantino, encauzado entre las montañas Filion y las colinas Larjen, constituyendo el llamado valle de Mirlion, lugar donde se asienta la mayor parte de la población élfica al ser fértil y relativamente tranquilo.
El área geográfica entre las colinas Larjen y el rio Fenil es una abrupta extensión de tierra elevada y boscosa conocida como la Corteza, en cuyo interior se encuentra el misterioso bosque Alfengis.
Por último está el archipiélago de las Lágrimas del Hermano, un conjunto de islas flotantes situadas al sur, flotando en el Vacío interior. En su mayoría están deshabitadas, pero los escasos habitantes que las pueblan son colonos altoelfitas, asi que formalmente se consideran parte de esta nación.
División política
La única división política que existe son las casas de Lanceros del Estado, una suerte de nobleza dedicada al oficio de las armas. Aunque cada casa de lanceros tiene "asignado" un territorio, no tienen control sobre él, ni lo administran, ni recaban impuestos ni hacen otra cosa más que estar disponibles en caso de que un enemigo exterior amenace el estado. En teoría, al frente de los Lanceros está el Alto Señor, heredero por linaje de la nobleza existente en el Estado antes de la Guerra de los Portales, pero su papel es meramente ceremonial. En el pasado no fue así, y antaño los Lanceros eran una casta noble prácticamente feudal, pero las vicisitudes del tiempo les han terminado privando de esa función.
La labor de vertebrar el estado cae en los Devotos de Saralien y en los Pregoneros de la Ley, dos organizaciones que se dedican a enseñar la una y a interpretar la otra, la Ley del Estado, un conjunto de normas, creadas por el fundador de la nación, Saralien.
Y, por último, para cuando todo lo demás falla, están Ellos.
Lugares de interés
Bosque Alfengis

[F]Bosque encantado. Fuente:www.publicdomainpictures.net Ilustrador: Petr Kratochvil
También conocido como Bosque del Nacimiento, existe una antigua leyenda que lo señala como lugar de origen de la raza elfa. De cualquier manera, es un bosque denso y traicionero, en el que los altos elfos no se aventuran a más de una jornada de camino. Se rumorea que en su interior viven tribus enteras de elfos salvajes y en más de una ocasión algún viajero a dado fe de estos rumores. Nadie se atreve siquiera a imaginar que misterios ocultará el corazón de este bosque. Los valientes que se asientan en sus lindes ven recompensada su osadía con madera de muy alta calidad y una caza abundante.
Saralienlis
Asentada en el valle de Mirlion, la leyenda ubica el nacimiento de Saralien en este lugar. Con casi 80.000 habitantes es la urbe más populosa del Estado Alto Elfo. Existe una guarnición de Lanceros de forma permanente y es un claro exponente de la forma de gobernarse de los Altos Elfos. Las calles son desordenadas y las construcciones, aunque de bellas líneas, no guardan mucha armonía con sus vecinas. El resultado es una ciudad de una belleza casi onírica. Su gobernador, elegido por los más influyentes burgueses de la ciudad, es un individuo cauto que ha sabido cumplir la voluntad de Ellos sin incidentes.
Mirionis
Hermana y hasta cierto punto rival de Saralienlis, ya que, a pesar de tener menos habitantes, consigue acumular mayor riqueza. Prácticamente es el único puerto comercial de Estado Alto Elfo y sus habitantes han sabido aprovecharse de ello, siempre respetando, claro está, la Ley. Su actual gobernadora, Gahira, es una mujer enérgica que ha sabido conseguir el puesto gracias a sus dotes diplomáticas. Sus maniobras rozan cada vez más el borde de la Ley y todo el mundo está esperando que algún día Ellos pasen a cobrarle factura.
Historia
Fundación
Los primeros registros del Estado de los Altos Elfos comienzan en una época oscura en la que el país estaba dividido en clanes de una nobleza guerrera que se dedicaban a prácticas místicas y supersticiosas. No existía un estado como tal, sino que cada casa noble gobernaba una porción del territorio y guerreaba tanto con sus vecinos como con reinos de otras razas, especialmente con los enanos, con los que se disputaban varios territorios a ambas orillas del Fenil. El pueblo llano estaba indefenso ante los desmanes de sus gobernantes ya que la magia era, por ley, privilegio de la nobleza. Finalmente, se llegó a un punto en que la magia estaba restringida a solo unos pocos nobles, con el Alto Señor al frente de ellos. Así, la antigua nobleza se vio privada de sus privilegios mágicos y relegada a un papel de servidumbre.
Todo esto cambió tras la Guerra de los Portales, la cual, según los altoelfitas, comenzó en esta nación. Un día un influyente bardo, llamado Saralien promulgó la Ley y la difundió por toda la región. Esta Ley, entre otras cosas, prohibía la práctica de la magia. La perfecta equidad de dicha Ley propició que el pueblo la acogiese y depusiese a sus enloquecidos magos-gobernantes. Para vigilar por el perfecto conocimiento de la Ley Saralien fundó las ordenes de los Pregoneros y la de los Devotos, y para proteger las fronteras del reino las antiguas casas nobles se constituyeron en los Lanceros del Estado, al frente de los cuales se instauró un nuevo Alto Señor, ahora con un papel más ceremonial que regio. Nacía así Saralienlür, más conocida como el Estado de los Altos Elfos.
Evolución
No está claro cuál fue el destino final de Saralien, pero se deja de tener constancia de su presencia hacia el final de la Guerra de los Portales, así que posiblemente falleciera durante la contienda. La joven nación de los Altos Elfos se dirigía hacia una nueva etapa cuando un agente externo los desvió de su destino. Una rama de una poderosa familia real élfica arribó, exiliada, a las costas de Saralienlür, los Osterreid. Aprovecharon el vacío de poder, utilizaron la diplomacia, las inmensas riquezas que traían consigo y la aplicación quirúrgica de la violencia para tomar el control de las débiles instituciones altoelfítas. En pocos años, los Osterreid fundaban su capital en la isla, Ös, y daban así alumbramiento al Imperio Federal.
Durante décadas, el Imperio Federal fue cambiando la cerrada sociedad altoelfita en una comunidad más abierta, incentivando la libre circulación de ciudadanos de diversas razas por la isla central. Pero, por debajo, los Devotos seguían enseñando la Ley y los Pregoneros seguían interpretándola. Hasta que finalmente, cuando al emperador federal se le metió en la cabeza usar la fuerza de su nuevo imperio para restaurarse en el trono de Cargrum, Devotos, Pregoneros y Lanceros, soportados por una férrea desobediencia civil, actuaron de forma coordinada y cortaron sus lazos con el Imperio Federal. Las atónitas fuerzas federales no podían entender de dónde surgía esta coordinación. La única respuesta que recibían de los altoelfitas es que "habían sido Ellos".
Época actual
Tras la caída del Imperio Federal, la vida del Estado de los Altos Elfos ha estado guiada por las enseñanzas de los Devotos, los consejos de los Pregoneros, la defensa de los Lanceros y la sutil influencia de Ellos. Una de las primeras medidas fue la expulsión de lo que la Ley consideraba un exceso de no-elfos. Muchas familias de humanos, orcos, medianos y, en menor medida, enanos, hubieron de dejar sus casas para buscar un nuevo hogar. En consecuencia, muchos elfos fueron a su vez expulsados de los reinos vecinos, produciéndose una importante, y, en cierta medida, traumática reorganización.
Esta gran migración tensionó aún más las relaciones con los enanos, y la guerra con ellos, que se remontaba a la época de la Guerra de los Portales, se volvió aún más encarnizada, con incursiones constantes de ambas razas en el territorio del otro.
Estás hostilidades cesaron ante la invasión del Emperador. Unos días antes de la llegada del ejército enemigo los Lanceros comenzaron a reclutar tropas con celeridad. Siguiendo su consejo se construyeron fortalezas y máquinas de guerra. De hecho, durante esta crisis los Lanceros llegaron a nombrar al Alto Señor mariscal de campo, que sumió el Estado Alto Elfo en un régimen militar. Fue este Alto Señor quien negoció la alianza con los enanos, sus antiguos enemigos para conseguir la expulsión del invasor. Actualmente se siguen manteniendo relaciones diplomáticas con los enanos, sobre todo con el príncipe Grekah, aunque las disputas territoriales están muy lejos de haberse resuelto.
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