Editorial

Cuando finalizaron las Ludo Ergo Sum, el domingo, y nos volvimos a casa, apenas teníamos artículos para la revista. Las jornadas fueron una pequeña paliza (no recuerdo haber estado tan cansado otras veces) y además del viaje, aún nos quedaba organizar el almacén (colocar lo que había sobrado e instalar en su nuevo hogar a las novedades). Miraba a la fecha de la revista, al final de la semana, y pensaba: «nos va a dar tiempo, pero vamos a ir justos». Se daba la circunstancia que el fin de semana siguiente, el mismo día que teníamos que publicar había otras interesantes jornadas (esta vez de miniaturas, las Freak Wars) en casi el mismo sitio. Y me dije: «no lo voy ni a intentar».

Según fue avanzando la semana, el cielo se fue abriendo, los artículos llegando y empecé a ser más optimista. «Y sí…» y sin darme cuenta miré cómo ir hasta el lugar. Pensaba que los billetes estarían por las nubes o que ya no habría plazas, pero no. Fue una de esas cosas que te hacer recordar a Hannibal Smith, el del Equipo A: «me gusta que los planes salgan bien». Mientras escribo esto es día 14 y mañana me voy a ir las Freak Wars dejando la revista ya preparada para su publicación el 16 y sabiendo que el equipo de la revista Desde el Sótano le va a salir carísimo a Disney cuando quiera comprarnos.