Editorial

La revista se publica el día 16, pero ese día fue elegido por las circunstancias. Yo creo que fue fruto de intentar salir el día 15, una cifra redonda, y no conseguirlo. El 16 se impuso solo y resultó ser una buena fecha, no solo porque hemos mantenido una regularidad desde entonces que no creía posible, sino porque no hay muchos festivos en el calendario que coincidan con el 16. En alguna ocasión ha coincidido en fin de semana, pero es algo que es inevitable.

Es la primera vez que recuerde que la conclusión de la revista, la maquetación y la publicación coinciden que son todos días festivos. No nos ha afectado salvo el hecho de estar solos en el despacho mientras resuenan los tambores en la calle, mientras se publican comentarios de interesantes jornadas en las redes sociales y mientras en la tele resuena la boga de ariete de Ben-Hur. No ha sido fácil concentrarse en el trabajo, pero, al final, hemos publicado.

Solo conozco a tres personas que puedan decir que las torrijas de su madre son igual de buenas que las de la mía. He echado mucho de menos sus torrijas estos días de trabajo. A ver si llego a tiempo.