Editorial

Hacía mucho tiempo que no nos encontrábamos en la necesidad de publicar la revista trabajando por la noche. En las ocasiones anteriores, la culpa era nuestra porque dejábamos el trabajo para el final, pero lo solucionamos repartiendo mejor el trabajo, organizándonos mejor las fechas límite y creando una bolsa de artículos para emergencias. En esta ocasión, la culpa no ha sido nuestra. Nuestra compañía de servicios telefónicos (Movistar por si alguno tiene curiosidad) decidió desconectarnos de internet. Nos han explicado el problema con jerigonza técnica y no nos hemos enterado de nada, pero el caso es que hasta el día 15 por la noche no pudimos terminar la revista ni empezar a maquetarla (algo tan sencillo como bajarse los mensajes del servidor de correo estaba vedado). Nos planteamos dejar la revista para el 17; el error no era nuestro y los lectores lo comprenderían, pero teníamos una mala sensación, una vocecilla en la cabeza nos decía: va a ser la primera vez que la revista no salga en su fecha...

Si estás leyendo esto y es día 16, es que lo hemos conseguido (y las voces se han callado).