Editorial

Los habitantes del sótano siempre me han oído decir que el número más difícil de una revista es el número dos. Sacar el primer número es sencillo, en comparación, porque hay ilusión por un proyecto nuevo, hay muchas ganas de participar. En el número dos se pierde esa novedad y se gana responsabilidad; la ilusión se convierte en obligación. Por ello, las publicaciones periódicas deben siempre proyectarse con la vista puesta en el número siguiente al que vas a publicar, en el número dos.

Con sinceridad, nunca pensé, en aquellos primeros números, que llegaríamos al número cien. Una cosa es confiar en un proyecto y otra cosa es ser tan optimista. Si me preguntáis si estoy orgulloso de los cien números de Desde el Sótano, os diré que sí, pero no como editor de Sombra, sino como parte del equipo que ha participado en este proyecto. Ellos, entre los que he tenido la suerte de contarme (dirigidos por el incansable David), son los que con sus aportaciones regulares han hecho posible que durante años la revista se haya publicado con puntualidad (casi británica). Puede ser que su trabajo no se aprecie al ocupar muy poco espacio físico (esas cosas de la informática), pero si pasáramos cualquier revista a papel y la maquetáramos para ese formato, ocuparía, más o menos, el tamaño de un suplemento de rol medio. Esto es lo que ha hecho la gente del sótano: publicar, durante casi diez años seguidos, un suplemento de un juego de rol cada mes. Pertenecer a ese grupo de personas y contar con su amistad es lo que me llena de orgullo.

Cuando nos planteamos el número cien, queríamos que fuera diferente. Como verás, ha cambiado el formato web, la revista tiene más del doble de los contenidos habituales y hemos contado con la ayuda de otras editoriales amigas para convertirlo en un número enorme en todos los sentidos. Además, hemos intentado que los contenidos también fueran especiales (como el reglamento de CEP o el modulo vassal para este juego). Queríamos que la revista fuera un premio para los lectores, que tuvieran contenidos de sobra hasta el próximo número. Las estadísticas del servidor nos dicen que unos tres mil usuarios diferentes leen la revista todos los meses. Saber que estáis ahí es el combustible de la maquinaría del sótano. Esta revista, las anteriores (y las siguientes) hubieran sido imposibles sin vosotros. Gracias por leernos.