Rosal de Sueño
Esta planta no es muy habitual en Pangea y es su rareza, quizás, la que la vuelve más peligrosa porque el desconocimiento de los viajeros hace que la confundan con simples malas hierbas. El rosal de sueño debe su nombre a sus florescencias similares a rosas, aunque de tamaño pequeño, y al efecto que produce en aquellos que se aproximan demasiado. Es una planta muy robusta y resistente que tiene dos fases claramente diferentes en función de la humedad del ambiente. Se sabe que puede sobrevivir a un incendio por lo que los chamanes que quieren erradicarlas de las cercanías de un grakin (algo que no siempre desean, ver más adelante) prefieren rociar la zona con agua de mar o, simplemente, con sal (aunque este es un método caro y, en ocasiones, se sustituye la sal con piedras de azufre machacadas).
En zonas secas, las planta parece una planta rastreadora (o tapizante) que cubre una zona de unos pocos metros cuadrados con ramas que tocan el suelo y pequeñas hojas de color verde por el haz y rojiza por el envés. En zonas húmedas, las ramas ganan grosor (y pierden su color verde) y se levantan del suelo formando un pequeño arbusto. Si es primavera o verano aparecerán las pequeñas rosas de intenso color rojo. Puede pasar de una fase a otra gracias a lo largo del año. La planta prefiere zonas donde el sol no dé por la tarde, aunque necesita que dé en algún momento para poder sobrevivir. Para desgracia del viajero, suele gustar de los mismos lugares umbríos que apetecen para tomar un descanso tras una agotadora marcha.
Invisibles a la vista debidas al tamaño, los tallos del rosal tienen unas pequeñas bolsas que se rompen al menor contacto y rezuman un líquido (la savia de la planta) que, rápidamente, se convierte en gas a presión ambiental. Este gas tiene un ligero aroma a vainilla muy agradable para quienes lo huelen. Desgraciadamente, es también un poderoso somnífero y cualquier animal o persona que permanezca un tiempo en la zona (una mano de latidos) deberá superar una tirada de Astucia o caerá dormido sin remedio. Es un sueño natural y cualquier ruido o golpe le despertará, pero si esto no sucediera, continuaría dormido hasta su muerte por inanición. La planta no devorará al incauto, pero su cuerpo se convertirá en un estupendo abono con el tiempo.
Se pueden recoger las flores si se tiene cuidado de hacerlo sin respirar (o con un trapo húmedo tapando la nariz y la boca); estas son bastante hermosas y, dada la dificultad de su recogida, muy apreciadas por algunas medwan. Los chamanes recogen los tallos de la planta para preparar diversos ungüentos y pociones curativas. Masticadas, tras un proceso de secado, son un potente anestesiante que se utiliza para curar a heridos (en concreto para que los heridos no noten el dolor de la heridas mientras los chamanes hurgan en ellas). Los arwan mastican las hojas cuando realizan vuelos a gran altura, no se sabe muy bien porqué pero parece que favorece la respiración en los ambientes fríos. Estos usos medicinales hace que algunos chamanes eviten que el rosal del sueño sea arrancado (al menos unos cuantos) de la cercanía de los grakines. Sin embargo, dado el peligro que suponen para los niños o para los animales, los jefes suelen ordenar eliminarlos en cuanto los descubren, lo que hace que los curanderos guarden la ubicación de estos en secreto, incluso para su propios vecinos.
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