Editorial
Cuando publiquemos el número 200 (en unas semanas) todo serán entrevistas, oropeles, fiestas de sociedad, portadas de la prensa salmón (sí, ahora les ha dado por los cotilleos también) y mucho reparto de agradecimientos, pero qué ocurre con el número ciento noventa y nueve. Pues lo que ha ocurrido es que mientras maquetaba la revista me he ido dando cuenta que estaba muy orgulloso de haber llegado a él.
Es un número de verano que siempre son más complicados por las fechas, por las vacaciones, por el calor, porque lo sacamos el día 1 y quieras o no te descolocas con las habituales fechas del 15, porque te gustaría estar en una piscina, playa, río u otra parte, porque escuchas la terraza del bar desde la mesa del ordenador. A pesar de todas las conspiraciones en contra, aquí está el número de verano; leedlo y ya sé que no tiene una cifra redonda para merecer repercusión, pero, ¡ostras, ciento noventa y nueve suena tan bien!
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