Editorial
Hay momentos en los que te das cuenta que no estás haciendo las cosas bien, que el trabajo y el esfuerzo no está dando los frutos que debería dar. Y uno de esos momentos lo he vivido con la editorial hace unas semanas. Nos demoramos muchos con los proyectos y a pesar del trabajo, se van dilatando y dilatando en el tiempo y parece que el final nunca llega, siempre falta mucho para terminar. Y si acabamos, nos ocurre a veces que llegamos tarde, que ya no es el momento, que este ya ha pasado.
El problema es que tenemos demasiados frentes abiertos y, en muchos casos, soy yo el que quiero llegar y no puedo. Sin embargo, hay algo que sí hacemos: esta revista. Todo ese caos, todos esos proyectos a medias que se almacenan en carpetas, quedan a un lado cuando llega la revista. La "semana de la revista", (nunca es una semana), funciona. Nos centramos en la revista y la sacamos adelante. ¡Desde hace 190 números! La revista tiene dos virtudes: no es un trabajo muy grande (comparado con suplementos o básicos) y tiene un ritmo, cada día 16 se acaba y hay resultados. No sabéis cómo anima verla publicada cada mes.
Por ello, hemos cambiado la forma de enfocar el trabajo, y hacerlo más como la revista: fases más cortas, definidas y con resultados visibles (aunque sea solo para nosotros). No hemos inventado la rueda, pero ha implicado renunciar a algunas cosas, poner en la nevera algunos proyectos. No ha sido una decisión sencilla y, me temo, ha acabado afectando a otras personas (esta es la peor parte).
Uno de los primeros ejemplos es la imagen que acompaña esta editorial. Es una fase de un proyecto más ambicioso, pero que siempre había estado pendiente. Ahora está terminado e impreso y verlo me hace confiar que este bien pudiera ser el camino.
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