Editorial
En las últimas semanas he leído en diferentes redes sociales comentarios genéricos sobre las editoriales. Eran comentarios críticos, seguramente ciertos, o denunciando una actitud poco defendible, pero sin mencionar qué editorial. «Algunas editoriales no han querido qué…». Es algo que me parece terriblemente injusto y aunque reconozco que me afecta más en este caso, me parece igual de mal cuando alguien dice: «las tiendas», «los jugadores», «las jornadas».
Esas generalizaciones nunca han sido buenas porque nunca son ciertas. Yo no digo que las editoriales de rol seamos unas santas, pero me siento indefenso cuando no puedo defenderme de algo que, en ocasiones, ni siquiera sé qué es. Y decir "yo no he sido" tampoco ayuda nada. Siempre hay alguien que te responde: "quién se pica…".
El principal problema es que si no se señala al origen puede que alguien, en algún sitio, piense que hemos sido nosotros. Y corregir ese pensamiento es una de las tareas más difíciles que cualquier empresa puede tener. Y estas cosas vuelven, crecen, se alimentan en rincones oscuros y cuando te quieres dar cuenta, resulta que llevas años siendo el culpable de algo que ni siquiera sabías que había ocurrido. Un día os contaré cómo se supone que me cargué una Asociación Nacional de Rol, es una historia espeluznante.
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