Mal Verrugoso

Epidemiología

El mal verrugoso es un raro transtorno que afecta exclusivamente a varones mendwan, o al menos no existen registros de ningún caso en otras razas. El grupo en el que más casos se han documentado es entre los akari.

Entre los akari el mal verrugoso suele menifestarse después del ritual de despertar. De sobra es sabido que muchos guerreros mueren tras estos rituales, lo que no es tan conocido es que algunos otros sobreviven pero sufren una horrible transformación.

Otros individuos mendwan que sufren esta enfermedad han relatado que comenzaron a notar los primeros signos de la enfermedad al poco tiempo de haber escapado de un grave peligro, el ataque de un animal o un enfrentamiento en el estuvo a punto de perder la vida. En cualquier caso se trata de una enfermedad muy rara.

Etiología

Cuando los enfermos achacan la enfermedad a un momento de debilidad, de gran estrés o sufrimiento, están en lo cierto. El demonio que provoca esta enfermedad comienza a afectar al sujeto aprovechando el bajo estado de energía del mismo. Cuando alguien está al borde del abismo es susceptible de ser afectado.

Lo que nadie ha sospechado nunca es que estos enfermos siempre han llevado dentro ese demonio, y que además es transmitido de padres a hijos.

Sintomatología

El rasgo más característicos del mal verrugoso es la formación de horribles verrugas por todo el cuerpo. Las primeras aparecen en las ingles y axilas para posteriormente ir convergiendo hacia el torax y abdomen y finalmente subir hasta la cabeza.

Además de afectar a la imagen del enfermo, las verrugas provocan algunas molestias como quemazón o picor, aunque estas molestias son leves.

Por suerte, para la supervivencia de la tribu, los varones que sufren esta enfermedad suelen ser estériles y no dejan descendencia.

Tratamiento

Muchos chamanes akari han realizado poderosos exorcismos y no han sido capaces de expulsar al demonio causante del mal verrugoso. Por otra parte los curanderos mendwan tampoco han sido demasiado afortunados a la hora de ponerle remedio a esta enfermedad, aunque en los últimos tiempos corre el rumor de que alguien habría encontrado una cura.

El potingue que puede curar esta afección es un secreto bien guardado por un curandero nómada que recorre Pangea de este a oeste, desde la selva del Gran Espíritu, donde recolecta gran parte de sus ingredientes, hasta las tierras de los akari.

El ingrediente principal del potingue es una flor que solo crece en la selva del Gran Espíritu, una flor pequeña de tamaño conocido como flor de sangre, ya que cada planta tiene alrededor de cuatro manos de florecillas que parecen gotas de sangre. La planta es arrancada de raíz y se deja secar colgada con las flores hacia abajo. Después de una luna las flores son machacadas y se obtiene un polvo carmesí.

El potingue que se elabora con la flor de sangre se conoce como jarabe de sangre. Para elaborar el potingue se utiliza leche de cabra como base, se pone al fuego y cuando hierve se le añade cera de abeja, grasa animal, corteza de sauco y los polvos de la flor de sangre. El bebedizo tiene un color carmesí muy vivo y un sabor dulce, como contrapartida es un bebedizo muy denso y difícil de tragar.

Efectos del jarabe de sangre

El jarabe de sangre produce efectos visibles después de 2 puños. De forma milagrosa las verrugas comienzan a disminuir su tamaño. El proceso para la eliminación de todas las verrugas dura una luna, durante ese tiempo el enfermo debe ingerir una dosis de bebedizo cada sol.

Esta milagrosa curación tiene dos contrapartidas que conviene conocer. En primer lugar la curación es un proceso muy doloroso. El demonio que está siendo expulsado se resiste a abandonar al enfermo y le provoca horribles calambres que hacen que el enfermo se retuerza de dolor y que no pueda abandonar el lecho durante todo el proceso. En segundo lugar el enfermo necesita seguir tomando el jarabe de sangre durante toda su vida, no por temor a que el demonio regrese, que no lo hará, sino porque es un bebedizo altamente adictivo. Cuando no se consume durante un espacio de tiempo mayor a una mano de soles el individuo sufre fuertes calambres que le dejan incapacitado para hacer ninguna actividad física.

Jarabe de Sangre