Número: 67.     4ª época.     Año XXI     ISSN: 1989-6289

67 > Ambientación > Historia > Wkrmajj Droh (Exo). Por: Sergio Jurado

 

A pesar de los que sostienen muchos solnudistas, la necesidad de una Administración es connatural a la existencia de una sociedad organizada. Incluso entre los anárquicos eisil de la U.P.L. existe la necesidad de administrar los intereses de los ciudadanos.

Los verrianos nunca han guardado constancia escrita de su historia. Tampoco leen o escriben con fines meramente ociosos o artísticos (lo que no significa que no practiquen otras artes, como la música o la escultura). Esto, en el pasado, llevó a pensar que se trataba de una especie iletrada. Nada más lejos de la verdad, ya que entre los verrianos el índice de alfabetización alcanza el 100%. Todos los verrianos aprenden a usar los grhex o mentógrafos (ver pág. 92 del manual básico) poco después de abandonar su estado larvario, ya que se trata de una herramienta indispensable para una eficiente gestión de la colmena. Sin embargo, los guardianes, soldados y obreros solo son capaces de leer lo grabado en un grhex. Únicamente los nobles poseen la potencia psiónica necesaria para grabar sus pensamientos en dicho soporte. Algunas colmenas han desarrollado sistemas pictográficos para representar el idioma verriano, aunque no muchos saben leerlo o escribirlo, y generalmente se trata de dialectos burdos empleados únicamente por los encargados de relacionarse con las especies inferiores.

Como todas las especies inteligentes, los verrianos necesitan producir, manejar y conservar información administrativa. Ya sea para gestionar los envíos de materias primas y alimentos que, procedentes de los planetas subyugados, aprovisionan sus naves, o tal vez para adoptar las medidas necesarias para llevar a cabo una leva de obreros encargados de construir una nueva sección en la colmena, o incluso para la simple tarea de organizar las rotaciones de guardia de los soldados y guardianes; todas esas actividades generan información administrativa que es necesario procesar y conservar. Sin embargo, a diferencia de otras especies, una vez que ha expirado la utilidad de la información ésta es inmediatamente expurgada de los bancos de datos. Los verrianos no le ven ningún uso a la conservación de información caduca con fines históricos ni estadísticos. Se trata de una especie pragmática que vive el aquí y el ahora.

Sin embargo esto no siempre es así. En ocasiones, alguna información es tan importante que resulta necesario guardarla para la posteridad. Para esta tarea, las reinas suelen crear un tipo especial de verriano, encargado de conservar toda la información considerada tan importante para la colmena como para que deba ser recordada más allá de unos pocos años. Estos "nobles cronistas" recogen esos datos en grhex (mentógrafos), que luego recopilan, clasifican y custodian en cámaras especiales de las naves colmena. Esta es una de las historias más antiguas de los verrianos, que se ha conservado casi desde los días de Martia y que aparece recogida en los archivos de todas las colmenas...

Wkrmajj Droh

Wkrmajj Droh fue el nombre de una reina verriana que existió en Martia en el milenio inmediatamente anterior al establecimiento del Tratado de Paz de Martia. Era una reina muy poderosa y agresiva, con una personalidad tocante en la megalomanía (lo que es decir mucho tratándose de una reina verriana). Por supuesto, Wkrmajj Droh consideraba inferiores a todas las demás reinas del planeta, y nunca ocultó a sus hermanas que ambicionaba convertirse en la única reina de todo Martia, lo que la granjeó pocas amistades.

En la cúspide de su poder, emprendió una exitosa campaña militar que la llevó a destruir a tres de sus hermanas en el lapso de unas pocas décadas, asimilando sus colmenas y convirtiéndose en una de las reinas más poderosas que nunca antes hubiera existido. Esto, por supuesto, tuvo consecuencias inmediatas, ya que las reinas que se sentían amenazadas por ella se unieron para formar una alianza defensiva en su contra. La guerra contra sus vecinas se empantanó y se convirtió en una guerra de silenciosas trincheras, o mejor dicho túneles, ya que las antiguas guerras martianas se luchaban bajo la superficie del planeta (por una vieja tradición, los verrianos tenían prohibido combatir entre sí en la superficie, para evitar poner en peligro las fuentes de alimento de toda la especie).

Decidida a no frenar jamás su campaña de conquistas, los nobles al servicio de Wkrmajj Droh emprendieron una serie de experimentos, que culminaron en el descubrimiento de la primera bomba de fisión creada en Martia, basada en el uranio. Armadas con este nuevo y terrible conocimiento, las huestes de Wkrmajj Droh redoblaron su ofensiva contra sus vecinas. Sin embargo, cambiando de táctica abandonó las habituales tácticas de hordas desordenadas que se habían venido empleando hasta entonces. Con paciencia y esfuerzo, a lo largo de muchos años, diseñó y dio a luz una puesta muy especial de soldados, una generación de soldados genéticamente superiores a la tropa ordinaria, y a los que denominó "guardianes". Con ellos creó una fuerza especial.

Cuando estuvo preparada, tres fuerzas de elite compuestas íntegramente por guardianes se infiltraron profundamente en el territorio de las colmenas enemigas, acercándose a ellas a través de la superficie, que como hemos dicho antes era un territorio tradicionalmente vedado para las batallas (pero no a los movimientos tácticos, o así lo razonó Wkrmajj Droh). Una vez en posición, detonaron las bombas que llevaban consigo, destruyendo casi por completo las colmenas enemigas y matando a dos de las tres reinas e hiriendo gravemente a la tercera.

El planeta entero se paralizó, conmocionado por las repercusiones de lo ocurrido. Inmediatamente, el resto de las reinas solicitaron el cese de las hostilidades e hicieron un llamamiento para realizar una comunión telepática de todas ellas. Ni siquiera la arrogante Wkrmajj Droh podía negarse a obedecer la autoridad de todas las demás reinas cuando actuaban unidas, por lo que tuvo que plegarse a su petición.

Las reinas exigieron a Wkrmajj Droh que les explicase cómo funcionaba exactamente el arma que había empleado contra sus enemigas. Una vez las reinas hubieron tomado conciencia de lo que esta nueva tecnología armamentística era capaz de hacer, decidieron prohibirla inmediatamente, ya que un arma capaz de matar a una reina sin que mediase un previo y decoroso desafío formal por parte de una aspirante, era sin duda una amenaza para la supervivencia de la especie en su conjunto. Pese a las airadas protestas de Wkrmajj Droh, se le ordenó terminantemente detener inmediatamente todas sus investigaciones armamentísticas y desmantelar las instalaciones en donde se hubieran construido dichas bombas.

Wkrmajj Droh pensaba que el resto de reinas solamente le tenían miedo y que sentían celos de su poderío. No solo desoyó la decisión tomada, sino que además, en secreto sus científicos siguieron llevando a cabo experimentos que crearon una versión incluso más potente del arma: la bomba de plutonio. Poco a poco se preparó para atacar simultáneamente a todas las demás reinas. Creía que si conseguía eliminar a casi todas sus rivales de una sola vez, podría acabar fácilmente con las debilitadas supervivientes así como con las aspirantes que eventualmente surgieran. El planeta sería suyo en pocos años...

Afortunadamente, nunca tuvo la oportunidad de usar su nueva arma contra sus enemigas. Asdlk Lerjjkr-Szazt, uno de los nobles más carismáticos de toda la colmena y que estaba al tanto de sus proyectos secretos, consideraba que su desobediencia a la voluntad de la asamblea de reinas le había hecho perder mucho de su Ghroj. Aunque el noble nunca había hecho nada en contra de su reina, ésta sentía que no podía fiarse de él, así que Wkrmajj Droh lo envió al frente de un destacamento de obreros para que reorganizase las tierras recientemente conquistadas. Antes del viaje hizo que sabotearan el vehículo aéreo en donde el noble iba a viajar. Si todo iba bien, los motores debían estallar en pleno vuelo y el vehículo se precipitaría a tierra. Y así fue, el transporte aéreo que le llevaba hasta su destino sufrió un aparatoso accidente, pero Asdlk Lerjjkr-Szazt y un puñado de los obreros a sus órdenes consiguieron sobrevivir milagrosamente, aunque con graves heridas. Dándose cuenta de que todo se trataba de un complot de la reina contra su persona, decidió fingir su muerte y se ocultó en los bosques de la superficie, junto con los escasos supervivientes del siniestro, para intentar recuperarse de sus graves heridas.

Y a lo largo del siguiente año no solamente logró curarse, sino que la rabia y la ira por lo sucedido provocaron en él un cambió de sexo; Asdlk Lerjjkr-Szazt se convirtió en una reina con un puñado de fieles seguidores.

La nueva reina sabía que no podría enfrentarse sola a su poderosa madre, así que en vez de regresar directamente a la colmena para desafiarla decidió emplear la astucia. Lideró a sus seguidores en un asalto por sorpresa a las instalaciones en donde se fabricaban y custodiaban las bombas de plutonio. Una vez con el arsenal bajo su control, hizo pública la existencia del lugar a las demás reinas, aunque sin revelarles que ahora era una de ellas. Éstas, convocaron una reunión de urgencia para juzgar a la renegada que había osado desafiar sus decisiones. Wkrmajj Droh, repentinamente asustada por el cariz que estaban tomando los acontecimientos, reaccionó desacertadamente. Desoyó el emplazamiento de sus hermanas (que era lo mismo que declararse culpable) y envió a sus escuadras de guardianes a recuperar el control del ya no tan secreto arsenal.

Sin embargo, Wkrmajj Droh no contaba con que fuera una reina quien dirigía a los amotinados del arsenal. La mera presencia de Asdlk Lerjjkr-Szazt hizo que los guardianes titubeasen en su ataque, y algunos incluso cambiaron de bando impresionados por el Ghroj de su enemiga. La cuestión es que logró frenarlos durante el tiempo suficiente como para que una gran fuerza militar enviada por las demás reinas invadiese el territorio de la colmena, de modo que los atacantes tuvieron que retirarse.

Asdlk Lerjjkr-Szazt reveló entonces su existencia a todo Martia, y se ofreció a las demás reinas para liderar la ofensiva coordinada contra su antigua soberana, poniendo a la disposición de la asamblea todo lo que sabía sobre las defensas y las tropas de que disponía su antigua colmena. Éstas, por supuesto, aceptaron su oferta, con la condición de que, tras el final del conflicto, compartiría con ella sus conocimientos sobre la creación de guardianes.

Poco a poco, las huestes combinadas avanzaron sobre la colmena de la reina traidora. En las últimas semanas de la guerra, las batallas se tornaron especialmente cruentas, ya que Wkrmajj Droh, completamente enloquecida y sintiéndose acorralada, terminó de arruinar el escaso Ghroj que le quedaba violando la norma de no combatir en la superficie; envió vehículos voladores armados con bombas incendiarias a atacar las granjas y fábricas de sus enemigas.

Finalmente, mientras las tropas de las reinas irrumpían en el corazón de su colmena y cuando podía sentir cercana la presencia de Asdlk Lerjjkr-Szazt, en un último acto de locura, desafío y soberbia, hizo detonar un último ingenio que guardaba en unas instalaciones bajo la colmena, uno que aún estaba en fase de experimentación y cuya existencia desconocían incluso la mayoría de los nobles: la bomba de hidrógeno.

La temperatura alcanzada durante unos segundos en el "punto cero" de la explosión fue de más de quince millones de grados. Tan caliente como el núcleo de una estrella. Literalmente, parte de la colmena fue vaporizada instantáneamente. Afortunadamente, los peores efectos de la explosión fueron atenuados por la gran profundidad a la que ésta se produjo. Posteriormente, los verrianos construyeron alrededor de la colmena un sarcófago de plomo que perdura incluso hoy, muchos siglos más tarde.

Tras la guerra, las reinas se repartieron entre sí tres cuartas partes del territorio de Wkrmajj Droh, dejando el resto para Asdlk Lerjjkr-Szazt. Ésta, a pesar de su juventud ganó un gran prestigio entre sus hermanas por su astucia y su brillante actuación durante la guerra, así como por haberles transmitido el conocimiento de la creación de los guardianes. Sin embargo, este conflicto también supuso que, por primera vez, las reinas verrianas se planteasen el Dilema de Hopkings. Conscientes de que solamente era cuestión de tiempo el que la nueva tecnología provocase una escalada militar y un conflicto termonuclear global, decidieron resolver el dilema por un método expeditivo: el llamado Tratado de Paz de Martia.

Recurriendo a una primitiva tradición de resolución de conflictos, durante diez ciclos cada una de ellas crió a un campeón, un guardián nacido y criado para el combate cuerpo a cuerpo. Los campeones se enfrentaron entre sí mediante un complicado sistema de emparejamientos al azar, pero que obligaba a que todos luchasen al menos contra tres rivales. Aquella reina cuyo campeón ganase el legendario combate podría quedarse en Martia; las demás tendrían que reducir sus colmenas al mínimo y abandonar el planeta en unas naves generacionales que, a tal efecto, se estaban construyendo. No hay ni que decir que la perspectiva de embarcarse en unas lentas naves generacionales rumbo a lo desconocido no gozaba de demasiadas esperanzas de supervivencia en esos momentos. Las reinas sabían que muchas de ellas, tal vez incluso todas, no sobrevivirían al periplo.

De este modo comenzó el reinado de la legendaria Asdlk Lerjjkr-Szazt, la milenaria Reina de Martia. Su campeón se impuso a todos los demás, y aunque algunas reinas la acusaron de haberse guardado secretos genéticos que hacían que su campeón tuviera ventaja en la competición, la mayoría estuvo de acuerdo en que el creciente Ghroj de la joven reina era fuerte, y que sin duda estaba llamada a realizar grandes cosas por la especie. Ninguna de ellas se imaginaba entonces que llegaría a ser una de las reinas más ancianas que nunca jamás hayan existido, y que en su senectud traicionaría al Ghroj igual que lo hizo antes su predecesora, al violar el mismo tratado que la convirtió en la gran Reina de Martia.

En cuanto a Wkrmajj Droh, su nombre pasó definitivamente a formar parte de la mitología verriana, pero no precisamente como ella creía que lo haría. De hecho, en el idioma verriano su nombre ha pasado a usarse como sinónimo de traición, locura y muerte.