Número: 215.     4ª época.     Año XXI     ISSN: 1989-6289

215 > Ambientación > Organización > Hijos de Loki (RN). Por: Francesc Almacelles

 

Hijos de Loki

La literatura y el cine que nos llega de EEUU nos dibujan unas bandas moteras que van sembrando el pánico allá por donde pasan. Y que se dedican a negocios turbios, siendo considerados tan peligrosos como la Mafia, por ejemplo.

En este país no sería esta la imagen, siendo su concepto diferente en su mayoría. Grupos compuestos por personas con una afición en común, la moto. Es su vía de escape para huir del estrés cotidiano. No son excluyentes ni delincuentes y las mujeres suelen ser bien recibidas.

En el caso que nos ocupa, Hijos de Loki, olvídate de esta visión patria y enfoca la mirada allende el Atlántico.

Formada allá por los finales de los 70, su impulsor fue Rubén Orville, un hispano militar estadounidense que estaba sirviendo la base americana de Torrejón de Ardoz. Cuando fue licenciado sin honores decidió quedarse en España y al poco llegó a Cunia.

Allí después de bastantes follones y encontronazos con la ley y gente de mal vivir, inspirado por un primo lejano suyo que en California había ingresado en una banda motera de las que iban repartiendo estopa por todas partes y conocer a Einar Karlsen, deciden crear una banda motera.

En un principio reclutaron a unos pocos, todos extranjeros ya que en este país no estaba arraigada esta agrupación. Se dedicaban a matar el tiempo yendo de aquí para allá, provocando problemillas y subsistiendo con pequeños palos.

Con el paso de los años fueron incorporando a mas peña, esta vez ya eran nacionales la mayoría. Y con este crecimiento se les hizo evidente que si querían subsistir tendrían que ampliar el horizonte y tener miras más altas. En la actualidad acostumbran a traficar con drogas, el transporte de mercancía de pequeño tamaño, escarmentar por encargo a alguien y a la protección.

Disponen de varios pequeños almacenes por la zona del puerto donde se reúnen y guardan y reparan sus motos y el material con el que trapichean. Componen la banda sobre una cuarentena de personajes, la mayoría hombres.

Rubén sigue al mando, su edad no es ningún impedimento. Lleva al grupo con mano firme que aprieta pero no ahoga. Aunque su palabra es definitiva. Tiene dos tenientes, Sigurd, hijo de Einar, que murió hace años en una entrega que salió mal, y Elías Morenos. Ellos son los que llevan el día a día de la banda, siempre siguiendo las indicaciones del jefe. El resto se agrupa en pequeños grupos que son los encargados, cada uno, de llevar una parte del negocio.

En principio no congenian con ningún grupo mafioso de la ciudad, ni tampoco están a malas con nadie. Lo máximo serían los roces que acostumbran a tener con los Latinos. Pero sin llegar a mayores. Están en el radar de la policía, aunque por el momento no tienen mucha información de la banda.