Número: 42. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Los influyentes padres de Jamal, miembros de una familia lejanamente emparentada con los Bucklaimer, nunca quisieron que éste fuera militar. Nacido el 3353 C. en la capital de Oeon, Jamal fue un hijo tardío concebido por métodos artificiales cuando sus padres ya habían superado de largo el siglo de edad. Al igual que a sus cinco hermanos y hermanas, sus tutores le prepararon desde niño para que, eventualmente, ocupase un alto cargo en la burocracia planetaria, igual que sus abuelos, padres y hermanos mayores habían hecho antes que él. Sin embargo, tras presenciar la grabación real de una escaramuza de la 2ª guerra Verriana, el adolescente Jamal decidió consagrar su vida a la Flota de Oeon. Su sueño: comandar una de las más poderosas naves de guerra de la Flota imperial.
Tras superar el adiestramiento inicial, el joven Lombardi inició su carrera a bordo de la OEO Franziskha, una Fragata clase Hispana. A lo largo de las siguientes cuatro décadas participó en numerosas misiones, casi todas ellas operaciones dentro del espacio imperial contra grupos piráticos que acosaban las rutas comerciales oeonianas, y las intermitentes maniobras militares en las fronteras de la R.F.P. o Tyran. A pesar de lo relativamente anodino de su carrera, con el paso del tiempo fue ascendiendo por el escalafón hasta alcanzar el rango de kaptën, momento en el que obtuvo el mando sobre su propia nave, el OEO Tantor, un vetusto Destructor clase Luz que formaba parte de la flota de Oeon desde que fuera capturado durante la secesión.
En el año 3405 C., la nave del Kaptën Lombardi formó parte de una fuerza de combate que entabló batalla con una flotilla incursora verriana. Durante el combate, el Tantor colaboró en el derribo de un destructor y dos fragatas, soportando un intensísimo fuego enemigo. Aun así, el encuentro habría terminado en clara derrota para el bando humano si no hubiera sido porque, cuando su nave quedó demasiado dañada para ser de utilidad en la batalla, el kaptën Lombardi ordenó embestir al acorazado insignia de la flotilla verriana, al que dañó lo suficiente como para inutilizarlo, permitiendo que las demás naves oeonianas lo cañonearan a placer hasta que estalló. Milagrosamente, el kaptën Lombardi logró sobrevivir al lanzarse en una cápsula de salvamento en el último instante, aunque no todos de sus hombres lo lograron.
Como recompensa a su heroica acción, Lombardi fue condecorado con la Estrella Azabache, ascendido al rango de Vizeadmiral y destinado como segundo oficial a bordo del portanaves Alexandra, el orgullo de la flota imperial. Sin embargo solamente permanecería un año en dicho puesto, ya que las fuertes desavenencias políticas y personales que sostuvo con sus inmediatos superiores, así como la caída en desgracia de su familia en los círculos políticos del Imperio, provocaron que se le dispensase una "licencia temporal" para ocuparse de una misión especial: fue enviado a Hervea al frente de un equipo de asesores militares. En dicho puesto asesoró al gobierno local sobre cómo organizar la incipiente flota real, y diseñó el nuevo programa de entrenamiento. También realizó esporádicas tareas de enlace diplomático, por lo que pasó largas temporadas en la corte qatariana. Durante este período entabló gran amistad con los miembros de la familia real, especialmente con el heredero real y actual rey de Hervea, Yzzel IV.
Tras dos décadas de abnegado y silencioso destierro, la familia Lombardi finalmente logró recuperar su perdido prestigio allá en Oeon. Lombardi fue convocado a la sede del Comité de Defensa, y aunque su majestad Yzzel IV le propuso quedarse y ocupar el puesto de comandante supremo de la Armada de Hervea, regresó a Oeon. Decididos a resarcirle de sus desdichas, se dispuso su reincorporación al servicio activo en la Flota imperial con el rango de Admiral Lombardi, esta vez al mando del OEO Kain, un Acorazado clase Augusto. El sueño del joven Jamal por fin se había cumplido.
A comienzos del año 3456 C., el Kain se encontraba en el sector Mare, patrullando a lo largo de la frontera tyrana junto a la OEO Topeka y la OEO Vassa, dos destartaladas Fragatas clase Libertas. Al producirse la invasión por parte de la 6ª Flota, el Admiral Lombardi decidió no esperar órdenes de sus superiores (que de todos modos nunca llegaron) y mandó replegarse al sector Stander. Durante las siguientes semanas su fuerza de combate entabló batalla con el enemigo en tres ocasiones, pero en las dos primeras se vio obligado a retirarse ante la abrumadora ventaja numérica del enemigo, y en la tercera la Topeka resultó gravemente dañada y la Vassa abordada y capturada por los infantes de Furis. Tras eso, no le quedó más remedio que huir de vuelta a Oeon.
Tras regresar a la capital, fue recibido como un héroe por los dirigentes de Oeon, y su nombre ensalzado por los medios afines al gobierno como un "luchador de la libertad". Tras unas semanas de descanso, sus superiores le ofrecieron participar en un grupo formado por "las mejores mentes militares de la Alianza", encargado de analizar los motivos por los cuales Furis pudo derrotar con tanta facilidad a las fuerzas oeonianas. Tras cientos de horas de trabajo, el resultado de dicho análisis fue un informe, denominado Expediente Expediente Tetio, que fue presentado en sesión secreta al Comité Supremo en Cuetku del '59. Dicho informe enumeraba las reformas a emprender para corregir los errores que condujeron a la derrota de la Flota imperial.
En Reatku del '59 fueron puestos bajo su mando tres destructores, y se le envió de vuelta a la frontera, esta vez con la U.P.G., en donde participó en media docena de pequeños choques bélicos (mayormente escaramuzas entre cazas) que no han trascendido a la opinión pública, probablemente porque es algo que no le interesa a ninguno de los dos bandos. Pese a que en cinco de los seis enfrentamientos sus fuerzas fueron derrotadas, por lo que la Alianza Oeoniana se vio forzada a ceder la posesión de varios sistemas, no fue amonestado, ya que las grabaciones realizadas durante los combates sugieren que el enemigo contaba con apoyo tecnológico superior, de origen desconocido.
Mientas, en Maku del 3460 C. Cahir volvía a convertirse en un punto caliente. En el plazo de una semana dos flotas, procedentes respectivamente de La Marca y de la Alianza Oeoniana (esta última bajo el mando de la Ubëradmiral Jimena Beckett, de casi siglo y medio de edad) son enviadas allí, aunque se limitan a reafirmar su control sobre los sistemas más cercanos a su frontera y a tantear la respuesta a su intervención por parte de los planetas del sector. Durante los meses siguientes ambas potencias derivaron más tropas hacia los sistemas bajo su influencia. En Lopeku del mismo año se produjo el primer choque bélico importante, que a pesar de la superioridad numérica de los oeonianos se saldó con tablas. Tras la batalla, la longeva Ubëradmiral Jimena Beckett fue, algo injustamente, destituida de su cargo. Lombardi fue enviado para sustituirla. Durante los siguientes meses dirigió las fuerzas de la A.O. destacadas en Cahir, tratando por todos los medios de evitar el combate frontal contra las fuerzas de La Marca. Esto ha provocado que algunos oficiales le hayan tachado de cobarde o, cuando menos, de excesivamente prudente, pero ha evitado que la flota bajo su mando sufra un desgaste que no puede permitirse.
Durante los dos últimos años, el gobierno de Archibald González ha acometido una reforma integral de la Flota imperial, obligando a jubilarse de manera forzosa a gran número de mandos medios y superiores considerados "anacrónicos", y nombrando a oficiales más jóvenes para reemplazarlos. Como parte de esta nueva política del Comité Supremo, Lombardi fue recientemente convocado a Oeon y ascendido a ubërgeneraladmiral, un rango solamente por debajo del mismísimo grossenadmiral en el escalafón militar de la Alianza.
En la actualidad, el Ubërgeneraladmiral Lombardi comanda la fuerza enviada a Nagasaa con el objetivo de someter a los insurgentes. Hasta el momento los oeonianos han adoptado una política de máxima contención: su flotilla permanece expectante en los límites del sistema, y limita las hostilidades a mantener un bloqueo sobre las naves que intentan entrar o salir del mismo. Con esta política espera forzar una solución diplomática, al tiempo que evita enfurecer a la opinión pública galáctica. Su mayor temor es que La Marca intervenga directamente en el conflicto, por lo que intenta no ofrecerles el más mínimo pretexto para ello. En un par de ocasiones, los trialón encargados de realizar patrullas externas (aquellos enviados hacia la periferia del sistema) han detectado, en el límite del alcance de sus sensores, la presencia de uno o dos cazas clase épsilon, aunque hasta ahora éstos han respondido maniobrando para mantenerse a distancia. Lombardi comienza a tener prisa por zanjar la crisis, ya que teme que solamente sea cuestión de tiempo que Furis decida intervenir.
El Ubërgeneraladmiral Lombardi es un hombre de aspecto envejecido, ya que jamás se ha sometido a ningún tipo de cirugía cosmética, algo tan absolutamente frecuente en la actualidad. El motivo por el que no lo ha hecho es que Jamal es extremadamente sensible a los tranquilizantes, y la anestesia podría llegar a matarle. Tampoco se tiñe el pelo, costumbre que por algún extraño prejuicio personal se le antoja impropia de un militar. Por esto se le volvió cano hace ya muchos años (aunque sí que consume un fármaco que evita que se le caiga). Sus ojos, pequeños y hundidos en el rostro, son marrones, aunque apenas se distinguen tras unas cejas bastante pobladas. Jamal suele dejarse bigote, a menudo acompañado de barba de un par de semanas, lo que le da una imagen romántica, con un aire que a los periodistas les recuerda al de un caudillo guerrillero de algún planeta fronterizo.
En su jornada diaria suele ir vestido con algún tipo de uniforme cómodo, a menudo monos de pilotaje o ropa similar, en la que han cosido los galones propios de su cargo. En los pies a menudo lleva puestas unas BTMG (ver página 66 del TCM), sobre todo si está realizando alguna inspección por la nave. Cuando debe bajar a algún planeta casi siempre se viste con un traje de campaña apropiado para el entorno del mismo. Por supuesto, sin ningún galón ni identificación que pueda delatar su auténtico rango a un hipotético asesino.
Pragmático, puede ser quizás la palabra que mejor defina a Jamal. No es que no crea en las ideas y valores que cimentan la sociedad oeoniana, nada más lejos de la verdad. Lo que sucede es que sin restarles su valor se da cuenta de que, en el campo de lo militar y en ocasiones de lo político, resultan poco realistas mientras Oeon esté amenazado por sus enemigos exteriores. Por esto, cree que ahora es necesario reforzar la jerarquía de la Flota, y tal vez incluso del aparato político de la Alianza, al menos temporalmente. Que Bucklaimer y González acaparen todo el poder que quieran con tal de que logren mantener unido Oeon. Ya habrá tiempo de recortar sus atribuciones cuando la Revolución esté asegurada y los enemigos de la patria no se atrevan a amenazar sus fronteras.
Jamal es en definitiva un buen comandante: eficiente, severo pero justo, tranquilo bajo presión y bastante modesto para ser un militar de rango tan alto como es. Apasionado desde niño por la historia militar, admira a los militares brillantes, incluso a los de la R.F.P. De hecho, y a pesar de que confesarlo en público podría suponerle la inmediata destitución, admira enormemente a Furis de la Rosa. Desde que hace unos años librara sus primeras batallas contra su flota, Jamal ha estudiado a conciencia toda la información que sobre el Almirante de la 6ª Flota ha caído en sus manos: biografía, personalidad, ideología, tácticas... todo lo que pueda ayudarle a derrotarlo. Y a medida que aprendía a conocerlo cada vez lo iba admirando más. Pese a todo, cuando la Alianza esté preparada y llegue el momento, Jamal estará más que dispuesto a entablar batalla contra él: una batalla tras la que, está seguro, solamente uno de los dos quedará en pie.
El Ubërgeneraladmiral Lombardi solamente aparecerá en tus partidas si los PJ son militares de alto rango de la Flota Escarlata, y aun así su interactividad con él será bastante limitada, a menos que de algún modo logren ganarse su respeto, hasta el punto de ser invitados a formar parte de su reducido y selecto grupo de asesores.
Si los PJ realizan alguna notable hazaña militar no debida a la simple suerte, serán requeridos ante él para proporcionarle una descripción pormenorizada de los hechos. El Ubërgeneraladmiral escuchará con suma atención todo lo que tengan que decirle, y a continuación les hará preguntas sobre los puntos que no le hayan quedado claros. Si le causan buena impresión, puede que en el futuro los PJ sean requeridos para expresar su opinión sobre alguna cuestión estratégica relativa a las materias que dominen, o más posiblemente sobre alguna situación táctica que guarde similitud con la que vivieron los PJ. En esto, el Ubërgeneraladmiral no hace distinción por razón de graduación: cuanto más acertado sea el consejo de los PJ más frecuentemente serán llamados y para cuestiones de mayor relevancia.