DESDE EL SÓTANO
Nº: 91 . 3ª época. Año III
Alforjas Por: Rubén Ramos
 

Alforjas

Las alforjas son una necesidad en Pangea, sobre todo desde la aparición de los comerciantes y las caravanas itinerantes. Su utilidad es enorme ya que permiten cargar a un chillón con productos que de otro modo no sería posible su transporte, salvo a base de más trabajadores, y eso en muchas ocasiones un mercader novato no puede permitírselo.

Pero no únicamente los mercaderes son quienes toman ventaja de estos útiles, puesto que en los poblados, las alforjas se utilizan para múltiples tareas, y no sólo para el transporte.

Las alforjas se diferencian fundamentalmente en dos grupos. Las alforjas para animales y las que no lo son. Las alforjas para animales (generalmente, para chillones aunque no es raro ver a ciertos compañeros del grakin, tales como perros o vacas, cargando con alforjas adaptadas a su tamaño) se utilizan para transportar materiales que por su envergadura, peso los hace especialmente aparatosos para transportar por una persona. Hablamos, de montañas de pieles, maderas trabajadas y similares... Consisten entre dos y cuatro cestos de mimbre que cuelgan en un número equivalente a ambos lados de los costados del animal.

También se utilizan las alforjas, en ocasiones para alimentar a los animales cuando no hay comida en los alrededores, atándoles una pequeña alforja que contiene comida en la cabeza, permitiendo al animal acceder al contenido de la misma.

El otro tipo de alforja, tiene diferentes formas y tamaños, dependiendo del propósito al que se dediquen. Así, desde la tradicional forma de cestos (en donde se acumula frutos o vegetales para consumir ese día), pequeños cestos de piel que las mujeres usan para transportar a sus retoños a cestos grandes y rectangulares, que a modo de primitivo baúl sirven para guardar las preciadas posesiones de cada persona.

Mención especial merecen dos tipos de alforja. La primera de ellas, es el zurrón. Consiste en un pellejo de animal (generalmente, cabra o conejo), que se lleva colgando del costado cruzándoselo a través del pecho por medio de una tira de cuero cosida al efecto. Son muy útiles para guardar efectos personales pequeños mientras se está de viaje o haciendo tareas.

El segundo tipo de alforja en realidad no es tal. Son primitivas cajas de madera atadas con fuertes lazos de fibra vegetal que se utilizan para transportar mercancías especialmente difíciles de conseguir o transportar, como es el caso de vasijas y otros útiles de barro especialmente trabajados, hierro (trabajado o no), o ámbar. Se utilizan atando un par de listones de madera que o bien transportan normalmente entre seis y ocho personas (en número equivalente a cada lado) o entre dos chillones, atándoles dichos listones al costado. Huelga decir que este tipo de "alforja" es una golosina para los bandidos, por lo que suelen custodiarlo grupos fuertemente armados.

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